El ataque a la familia Choi

Capítulo 28

- ¿Crees que estoy siendo paranoica?

- Sugiero que debes contarle a tu marido lo que sucede - las cejas de la extranjera se alinearon en preocupación.

La taza en sus manos tembló por los nervios, estaba a punto de lanzarse a la locura.

- Ahora estoy más segura que nunca de lo que ví.

Vivi suspiró, acariciando con su pulgar el dorso de su mano - Te creo.

La mujer frente a ella era como un ángel que había venido a rescatarla en su peor momento. En todos los años de su vida, Haseul jamás encontró a un alma tan bondadoso y leal como lo era Vivi.

Podría decirle que había una persona colgando del techo observándola mientas se bañaba a media noche y Vivi le creería.

Podría plantarle a su marido la misma situación, y se iría a la cama con los ojos llorosos.

- Necesito que te tranquilíces primero amiga - volvió a escuchar su voz - Sospecho que tu marido tampoco se traga la idea de la travesura.

- Entonces ¿por qué no hace algo al respecto? - preguntó desesperada.

- Tal vez lo hace, pero no te lo dice. Youngjae es el pilar de tu familia, necesita mantener el orden.

- Hyunjin está deshecha - la pena endulzaba sus palabras - No ha salido de la cama en cinco días. Tampoco ha comido.

- Me imagino - susurró - ¿Has intentando acercarte a ella?

Rio - No puedes decirlo en serio, me odia, todas en esa casa me siguen detestando.

- Dijiste que Yerim ya sostiene la mirada, incluso han intercambiado un par de palabras.

- Sí, pero la incomodidad no se ha ido. Sé que sigue molesta.

- No te desanimes, es un proceso que todas necesitan atravesar - nuevamente tomó sus manos. Algo tenía ese par que le resultaba imposible no acariciarlos - Comprendelas, en este momento su último pensamiento es crear una relación con su madrastra.

- No sé que hacer - levemente soltó sus manos para acomodar su cabello. Vivi sintió la falta de calidez - Sé que es imposible lo que ví pero... ¿Cómo explicas que justo esa noche mataran a Silver?

- Me gustaría decirte que sí, que es imposible y que es solo tu imaginación haciéndote una mala jugada - buscó desesperadamente sus manos de nuevo - Pero en este punto, no podemos descartar ninguna idea.

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- Ésta le gustará ¿No es bonita? - Yerim alzó la falda marrón en el aire.

- Sí, es muy bonita, pero no creo que Hyunjin esté de ánimos para vestirse - Yeojin se encontraba preocupada por su hermanastra. Si bien aún no eran las mejores amigas, con sutileza la azabache la había dejado entrar en su vida, y Yeojin, quien nunca tuvo hermanos, se sentía completamente emocionada - Pobre Hyunjin, está tan triste.

- Yo sé lo que la puede animar, es mi hermana después de todo - caminó hasta la caja registradora - ¿Deberíamos comprarle un perro?

Como loca Yeojin negó. Era una pésima idea.

- Por favor, muéstreme sus bolsas - el característico sonido de la entrada en la tienda sonó, desconcertando a las dos jóvenes.

- Debe ser mi brasier - bromeó la más joven, pero Yerim no mostraba gracia alguna.

El guardia de seguridad revisó la bolsa ambas chicas en busca del objeto extraño.