- Ten cuidado ¡maldita sea! - Hyeju gritó molesta. Junguen dejó la maleta lentamente en el suelo.- Es la última - la azabache ignoró sus palabras, observando el nuevo apartamento que acababa de rentar - Bastante bonito.
- Agh, ¿por qué no me traes algo de tomar y cierras la boca? - Jungeun apretó los labios y se dirigió a la cocina.
- ¿Donde guardarán el veneno? - se dijo sin expresión alguna, tomando uno de los vasos.
Hyeju se recargó en unos de los buros de la estancia con una patética sonrisa en el rostro.
- Esta es mi nueva dirección. Ven a visitarme. Pronto - sonrió - Pero por favor, no lo hagas a mitad de la noche.
Movió los dedos inquieta, esperando el mensaje de respuesta - Me encargué de que el apartamente fuera totalmente inclusivo, así que no tienes nada de que lloriquear. Si decides aparecer a media noche será de fácil acceso. Además, tiene un elevador bastante cómodo e incluyente. Estoy en uno de los primeros pisos de cualquier manera.
- Aqui tiene señorita - llamó, provocando que la azabache borrara su sonrisa.
Alzó las cejas sin impresión y bebió, observando a su personal no moverse de su eje - ¿Vas a quedarte todo el maldito día ahí?
- De hecho señorita, quería pedirle un pequeño favor.
- No hago favores.
Jungeun lamió sus labios - ¿Saldrá hoy señorita Hyeju?
- No lo sé - se sentó en el sofá, subiendo los pies a éste - Si se me pega la maldita gana lo haré.
La castaña asintió. Podía odiarla, pero era tan intimidante, que le tenía cierto respeto por lo nerviosa que inevitablemte la colocaba - Voy a ser tía - soltó una sonrisa. Hyeju se perdió en su bebida, tomando e ignorando sus palabras, porque de lo contrario, la unica replica que obtendría sería un grandísimo ¿a mí mi qué? - Sé que modificó mi horario y me permitió irme a mi casa por las noches. Estoy muy agradecida por eso.
- No deberías. Horas que no trabajas, horas que no te pagaré.
- Sí - suspiró - Pero quería pedirle permiso para visitar a mi hermana, está embarazada y no he tenido oportunidad de estar con ella desde que se enteró de la noticia.
- No - bebió. Jungeun se aplaudió a si misma lo excelente actriz que estaba siendo, de lo contrario, ya le habría destrozado el rostro.
- Entiendo, con permiso.
- Espera - la detuvo. Hyeju miró su telefono movil; sin respuesta aun - Puedes ir.
- Oh ¿Lo dice en serio?
- Sí, vete - movió la mano - Yo no saldré.
- Wow, gracias señorita. Regresaré lo más pronto posible.
- No lo hagas - interrumpió - Es más, puedes tomarte la mañana libre - Jungeun abrió los ojos y un brillo de felicidad la deslumbró - Pero fuera de mi vista, ya.
- Muchas gracias señorita Hyeju - hizo una reverencia - Le prometo no gastar mas permisos y -
- Vete de una maldita vez. No hagas que me arrepienta por el dolor de cabeza que me estás provocando.
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El ataque a la familia Choi
DiversosCuando Choi Youngjae padre de las trillizas, decide casarse con su secretaria Cho Haseul una serie de eventos desafortunados atormentarán a la familia. Multiship(: NOTA: Esta historia contiene temas delicados, se recomienda discreción. *La historia...