- Estuviste todo el camino ignorandome - abrió los ojos al escuchar la voz tras ella. Miró de reojo y vio su sonrisa agrandarse.El autobús se detuvo y la puerta se abrió. Haseul bajó con velocidad pero la persona la siguió con prisa.
- Sígueme la corriente, viene hacia acá - le escuchó murar nuevamente. Rápido tragó saliva.
- Yo... No he ví - pronunció nerviosa.
- Está bien, quedemonos aquí, mi esposo no tarda en llegar. Ya sabes, la ventaja de ser policía - rio - Enciende la sirena y se adueña de la cuidad.
Sintió una mano apretar la suya y por alguna extraña razón, se sintió segura.
Minutos pasaron, en silencio, con el corazón a punto de salirse del pecho. Haseul estaba a punto de echarse a llorar cuando un rostro apareció frente a sus ojos.
- ¿Estás bien? - sujetó sus mejillas - Se ha ido ya - acarició su cabello intentando tranquilizarla - Está bien, está bien.
- Mierda, no dejaba de seguirme - apretó los labios.
- Ven - tomó su mano y caminaron hasta una banca junto a una lámpara, acercandose a la fuente de luz del lugar. Haseul miró a la chica buscar algo en su bolso - Ten, es lo único que tengo - le ofreció una barra de cereal con pasas.
- Gracias, pero no tengo hambre.
- Necesitas comer algo, estás pálida - la miró preocupada.
- ¿Por qué... hiciste eso?
- Noté el comportamiento extraño. Al principio lo ignoré, fue un día difícil y me había prometido a mí misma no meterme en problemas que no me corresponden, pero cuando se cambió de lugar, sabía que no podía dejarlo así.
- Tu parada, ¿te has bajado antes?
Sonrió y negó - No te preocupes, ¿Estás bien? - preguntó de nuevo.
- Estoy un poco asustada aún.
- Entiendo - miró hacia la avenida - Sabes, deberías ir a casa, no puedo prometer que se ha marchado para siempre.
Haseul asintió con temor - Gracias - se puso de pie, tomando su bolso con fuerza.
- Espera - corrió junto a ella - ¿Vives muy lejos de aquí? Puedo acompañarte si eso te hace sentir segura.
- Está bien, has hecho demasiado.
- Por favor. Mi consciencia no me dejará tranquila si me marcho y te dejo sola.
- De verdad yo -
- Además, yo también estoy sola en medio de la noche - rio - Hagamonos compañía - buscó en su bolso de nuevo - No tengo mucho dinero, pero creo que ésto bastará para conseguir un taxi.
- ¡Oh no! - negó, no aceptaría dinero de su parte, ya era demasiado.
- Mira, ahí viene uno - hizo la parada y sin más, ya estaban dentro de éste.
- ¿Cómo te llamas? - preguntó minutos después.
- Puedes decirme Vivi, así me decía mi padre cuando era pequeña - sonrió - Mi nombre no lo utilizo, no me gusta - rio - ¿Tú?
- Cho Haseul.
- Es un placer - le regaló una cálida sonrisa - Espero que llegues a casa pronto.
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El ataque a la familia Choi
AléatoireCuando Choi Youngjae padre de las trillizas, decide casarse con su secretaria Cho Haseul una serie de eventos desafortunados atormentarán a la familia. Multiship(: NOTA: Esta historia contiene temas delicados, se recomienda discreción. *La historia...