Capítulo 72

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- ¡Sácame de aquí! - forcejeó la chapa, sin éxito en los resultados.

- Aprendí algo de ti - la más alta se recargó en la puerta, escuchando los golpes por parte de su compañera - Siempre adelanterme a los hechos ¿y qué crees? Investigué la dirección - apretó los labios con una sonrisa agridulce - Se trata de un lugar abandonado en el sur, cerca de una colonia reconocida por la venta y consumo de droga. Oh por cierto, ¿A qué dices que se dedicaba tu marido?

- Sooyoung te lo advierto, déjame salir ¡Ahora!

- ¿Por qué estás haciendo esto Heejin?

- Estás cometiendo un grave error.

- Yo confiaba en ti, pero pierde cuidado, la policía ya está en camino.

- Me necesitas para esta misión, lo sabes.

- Juguemos un juego; te quedarás aquí, revisaremos tu casa y si encontramos una pista que demuestre tu inocencia, o bien, al asesino, te dejaré salir y podrás ser libre. De lo contrario, el juego terminó para ti.

- ¡Déjame salir! Vas a arrepentirte por lo que estás haciendo.

- Si lo que dices es verdad, entonces no hay porque tener miedo.

El silencio se coló en la conversación y de pronto un estallido de risas sonó, la voz gruesa que salió por los huecos de la madera erizó los vellos de la mayor, simplemente no la reconocía.

- Vaya Sooyoung, me sorprendes - rio - No sabía que te importaba tanto la seguridad de los Choi.

- Mi interés principal siempre ha sido y será porteger a la familia.

- Claro, velando su seguridad. Así como lo hacías al chantajear a la señorita Yerim ¿No es cierto?

- Púdrete Heejin.

Escuchó un último golpe en la puerta antes de enderezarse y apresurar su paso mientras marcaba el teléfono de Jungeun.

- ¿Jungeun? ¿Están ahí?

- Está más lejos de lo que creíamos.

- Mierda - golpeó el sillón de la sala - No tenemos mucho tiempo, deben darse prisa.

- Eso intentamos - escuchó su esposa quejarse del otro lado de la línea.

No importa que tan distante estuviera Jiwoo, su corazón latía con preocupación al imaginar el inmenso peligro por el que el amor de su vida estaba pasando. No sabía que iban a encontrarse en esa casa, ni siquiera estaba segura aún si Heejin era la responsable de los crímenes o si las sospechas de Youngjae eran certeras y el asesino estaría ahí.

A decir verdad, Sooyoung no sabía que parte era peor.

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Las horas pasaron y el cielo se tiñó anaranjado.

El vehículo finalmente aparcó en la pequeña casa de campo y los integrantes de la familia bajaron en silencio.

- Entren y relájese un poco, nos encontraremos en el jardín - con la voz titubeante, el patriarca ordenó. Las hermanas no argumentaron nada, el viaje fue pesado y totalmente preocupante. Tampoco estaban seguras si al entrar habría alguien esperándolos o si finalmente estaban a salvo.

Youngjae se dejó caer en el sofá de la estancia mientras apretaba el puente de su nariz.

- ¿Cuándo podremos regresar?

El ataque a la familia ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora