Capítulo 51

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La chica tosiendo a su derecha la hizo despertar. Haseul con esfuerzo llevaba una hora dormida, sintiendo las pesadas bolsas bajo sus ojos.

Su hija había ido a buscar a Yerim y éstas fueron a casa junto a Sooyoung. La habitación estaba siendo vigilado únicamente por Jungeun quien aburrida pateaba sus pies en el pasillo. Y ella estaba ahí, completamente sola. Como siempre había estado.

- Aquí está el agua, toma.

La azabache con los ojos entreabiertos bebió - Estoy mareada.

- Es normal, tu cuerpo se desplomó y te canalizaron. Intenta dormir de nuevo.

Hyeju suspiró, abriendo los ojos por completo, encontrándose con su madrastra quien posiblemente tenía peor pinta que ella.

- ¿Dónde están todos?

- En la mansión.

- ¿Por qué estás tú aquí?

Haseul sonrió - Por si quieres agua.

La interna no se inmutó, manteniéndose calmada ante su efímera respuesta. No tenía ánimos de discutir con la esposa de su padre y honestamente tampoco era su prioridad.

- Puedes irte, estoy bien - volvió a toser. Haseul buscó algo dentro de su bolso y al localizarlo se acercó a ella.

- Tus ataques asmáticos se han ido ¿verdad? 

Hyeju nuevamente la miró incrédula, ¿Cómo es que estaba al tanto? Bueno, la respuesta era obvia, su padre corrió con el chisme de su complicación para respirar cuando era pequeña, pero ciertamente era algo que incluso ella había olvidado.

Tampoco era la gran cosa, al ser la última de tres bebés, la cantidad de oxígeno fue menor a la de sus hermanas. No tuvo una infancia difícil a causa de eso, todo lo contrario, su padre quería fortalecer sus pulmones así que utilizando la elevada energía de su pequeña, la metió a todo tipo de deportes, hasta que la natación absorbió toda su atención. Hyeju soñaba que la piscina era su hogar, y respiraba bajo el agua, algo que con dificultad hacia en la tierra. Con el paso de los años y su saludable estilo de vida, el asma desapareció casi por completo.

- Lo dejaré aquí de todos modos - colocó el inhalador sobre la mesita junto a la cama de hospital y Hyeju lo reconoció al instante.

- ¿De dónde lo sacaste? - fijando su atención en el objeto que durante años no había visto.

- Lo dejaste en la recepción hace siete años - respondió con simpleza - Tu padre dijo que no lo necesitabas más y yo, bueno... lo conservé en caso de ser necesario.

No le daría las gracias por hurtar algo que no le correspondía, ni tampoco por estar ahí incomodando. Hyeju seguía furiosa con su familia, pero al menos ese mujer frente a ella, no le debía nada.

- Me voy.

- No, no - la detuvo antes de que comenzara a desconectar todo - Quédate al menos lo que queda de la noche. Si mañana quieres irte, yo me encargaré de tu padre.

- Necesito hablar con Chaewon.

Haseul no sabía a quien ser refería y si su memoria no le fallaba, su novia era Jinsol. Aún así, no estaba al tanto de las amigas de su hijastra por lo que no le tomó importancia.

- Mañana.

Negó - Ella está esperándome.

- Mañana podrás hablar con ella.

El ataque a la familia ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora