¿Estás celosa?

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Sarah

Al terminar las clases me fui a cenar con algunos compañeros, había tratado por todos los medios de no pensar en lo que había pasado hoy. Nunca me había sentido tan humillada de hacer lo que sentía como cuando Karina me echó de su oficina para quedarse con su novio, después de besarlo, ¡besarlo en frente de mí! es que no sé qué me dolió si sus palabras o darme cuenta de que sigue con él y que me he ilusionado de un imposible. Y pensar en tener que volver a verla a la cara después de lo de hoy me tenía muy perturbada. Pero gracias a Luis un chico muy lindo y amable de mi clase de Creatividad me había olvidado un poco de mi decepción amorosa.

Fuimos a un Karaoke y nos divertimos mucho. Algunas amigas me habían dicho que Luis estaba interesado en mí, pero por obvias razones nunca lo he mirado con esos ojos, pero hoy él se había comportado como todo un caballero conmigo y me ayudo bastante a olvidar mis problemas.

Cuando vimos lo tarde que era Luis se ofreció a llevarme a casa y al llegar el muy atentó me abrió la puerta mientras seguíamos riendo de la poca vergüenza que tuvo al hacer un baile sexi mientras cantaba, eso había sido muy divertido. Al encaminarnos hacia mi puerta, vimos una persona mirándonos muy fijamente y al acercarnos pude ver bajo una gorra negra un rostro conocido. ⏤Karina? ¿Pero qué haces aquí?

⏤Estaba esperando por ti, pero creo que estoy haciendo el ridículo acá. Cuando Karina intento marcharse la agarré por una de sus manos y noté que estaba muy fría y mojada, y su voz sonaba un poco extraña.

⏤Espera. ¿A dónde vas? ¿Dónde está Manuel? ⏤Trate de buscar el auto, pero no había señal de él por ninguna parte.

⏤Vine sola. Y me puedo ir así también. Descuida. Sigue en lo que estabas. ⏤Karina trato nuevamente de marcharse, pero se tropezó al dar unos cuantos pasos y volví a detenerla.

⏤Espera. ¿Estás tomada? ⏤Me acerqué a ella y puede distinguir el olor al alcohol y vi que estaba muy mojada. ⏤Y por qué estas empapada? ⏤Ella no respondió y solo miraba hacia Luis. Quien nos miraba muy atento. ⏤Aguarda un momento. ⏤Me acerque a mi amigo para despedirme de él. ⏤Luis disculpa, no sé qué le pasa, ella es mi jefa, pero no suele estar así. Trataré de hablar con ella a ver qué es lo que pasa. Mejor nos vemos mañana en clases.

⏤Segura que estarás bien con ella?

⏤Siii,  todo bien, solo vamos a hablar.

Luis se acercó a darme un beso en la mejilla y vi a Karina hacer un gesto de frustración. Y no entendía de que iba todo esto con ella. Se veía un poco extraña. Karina no solía alterarse fácilmente, a excepción del incidente en el bar solía ser una persona muy centrada sobre todo en la revista. Pero hoy lucía muy diferente a su estado normal. Además de estar toda mojada vestía solo con una simple camiseta y un pantalón deportivo y usaba una gorra que me había dificultado reconocerla cuando llegue.

Luego de ver a Luis marcharse subí las escaleras, abrí mi puerta y le hice señas a Karina para que entrara.

Ya dentro de la casa Karina seguía caminando sin pronunciar palabra así que decidí tomar la iniciativa y saber qué hacía tan tarde acá.

⏤Karina que te pasa? ¿Por qué estás aquí y en este estado?

⏤Quien era ese tipo?

⏤Quien? Luis? ⏤No entendía por qué me preguntaba por mi amigo.

⏤Si, ese tipo, que te trae a estas horas de la noche y te trata con tanta familiaridad. ¿Acaso tienes algo con él?

No sé si estoy entendiendo bien, pero Karina me estaba haciendo una escena de celos?

⏤No creo que eso sea de tu incumbencia.

Creo que mis palabras la hicieron enfurecer más y estaba diciendo algunas cosas, pero en una voz tan baja que no podía entenderle.

⏤Karina el que seas mi jefa no te da derecho a controlarme y mucho menos a enojarte por que un amigo venga conmigo a casa.

⏤¡Un amigo, claro! y yo me chupo el dedo. ⏤Dijo esto en una voz muy enojada.

⏤ Si, un amigo. O nos viste hacer algo inapropiado o besarnos. Además, tú no puedes cuestionarme... no después de lo de hoy.

Inmediatamente le dije esto, vi que algo en su actitud cambio. Se llevó ambas manos al rostro por unos segundos y volvió a hablar, pero un poco más calmada.

⏤Tienes razón. Discúlpame. En realidad, no vine a reprocharte nada, solo quería aclarar algunas cosas. Pero todo se me ha salido de las manos y verte llegar a esta hora acompañada me altero, lo siento.

Aunque seguía enojada por lo que había pasado en la oficina. Verla así pudo más que yo y me acerque más a ella. Le retiré la gorra y la miré a los ojos.

⏤Por qué estas mojada?

⏤Ah, es que hace un rato llovió y no me quise mover de aquí hasta que vinieras. ⏤Su voz sonaba un poco ronca.

⏤Pero debiste esperar a mañana, así como estas te puedes enfermar.

Ella negó con su cabeza. ⏤No podía esperar. ⏤Dijo muy bajito, pero logre escucharla.

⏤Ven debes quitarte esa ropa. ⏤Trate de quitarle la camiseta, pero no se dejó.

⏤No, yo solo quiero que hablemos y me voy. Me puedo cambiar de ropa en casa.

⏤Así no voy a hablar contigo. Tú decides. ⏤Al ver mi determinación Karina se rindió.

⏤Está bien, haremos lo que digas.

Caminé hacia la habitación y Karina me siguió muy callada. Busque una toalla para secarla.

⏤Ven quitemos esa ropa mojada.

⏤No te preocupes yo puedo sola.

⏤Es en serio que vas a seguir con esta actitud? Quiero ayudarte, cuando estes bien haces lo que quieras, hablas, o no hablas, te quedas, te vas, lo que sea.

Después de escuchar esto ella no luchó más y me dejo sacarle la ropa mojada, quedándose solo en bragas y brassiere. Trate de no mirarla, pero era imposible no fijarme en su cuerpo cuando me había pasado días soñando con esto. En un momento cruzamos las miradas y ella no resistió y miró a otro lado, noté en sus mejillas que se había sonrojado. De repente ella empezó a temblar por el frío y la cubrí con la toalla mientras buscaba ropa seca para ella. Karina se sentó en la cama en lo que yo buscaba en el armario algo que le pudiera servir, encontré una camiseta y un abrigo de la facultad y un pantalón deportivo que creo le podía quedar. Karina tomo la ropa y retiró la toalla para retirar su sostén y yo me di la vuelta para darle un poco de privacidad. Unos minutos después volví a verla, pero solo se había colocado el abrigo y la toalla seguía cubriendo la parte baja de su cuerpo. Noté que estaba temblando.

⏤Ven recuéstate un rato, hasta que entres en calor. ⏤La cubrí completamente para tratar de calentarla. ⏤Iré a prepararte un té, espera aquí. ⏤Ella agarro mi mano.

⏤No te vayas, yo necesito hablar contigo. ⏤Pase mi mano por su rostro.

⏤Te prometo que volveré y hablaremos lo que quieras, pero ahora debo ir por algo caliente o vas a resfriarte. ⏤Movió la cabeza afirmativamente y me dejo ir.

Mientras estaba en la cocina me rompía la cabeza tratando de pensar, que era tan importante para que Karina estuviera fuera de mi casa a estas horas. No me quería ilusionar de nuevo con cosas que estaban fuera de mi alcance, pero me mataba la curiosidad. Quizás solo quería saber que estuviera bien. No podía negar que ella se había preocupado genuinamente por mi desde que nos conocimos. Y no tenía la culpa de que yo haya confundido las cosas.

Cuando el té estuvo listo me dirigí a de nuevo a la habitación con algunosantigripales para Karina. Pero al verla me di cuenta de que se había quedadodormida, me senté a su lado y noté que seguía temblando. Traté de despertarlapara que se tomara el té, pero no me respondió, así que apague la luz y la dejédormir. Pero me seguía preocupando que temblara tanto, así que decidí entrar ala cama con ella y la abrace para darle de mi calor.Empecéa hablarle al oído y decirle cosas que tenía en mi corazón pero que nunca mehabía atrevido a decirle a nadie y ella empezó a calmarse y dejó de temblar. Yome sentía tan bien respirando su olor, tocando su cabello, sintiendo comovolvía el calor a su cuerpo y también me quede dormida.

Sin buscarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora