La psicóloga

479 34 2
                                    

Manuel

⏤Buenas señora Oh, y Sarah?

⏤Hola Manuel, la joven Sarah esta en su habitación.

⏤Ummm, podría decirle que estoy aquí. Y si puedo subir a verla. ⏤Había comprado las cosas que Karina me encargó y se las quería entregar.

⏤Permítame un momento y le aviso.

Unos minutos más tarde la señora Oh volvió de la habitación con la respuesta de Sarah. ⏤Le dije lo que me dijo, pero ella dice que la disculpe, que desea descansar.

⏤Bueno, quizás es lo mejor, dejémosla descansar entonces.

Dejé las cajas de las cosas en el estudio de Karina y me senté a leer un rato por si Sarah cambiaba de opinión, además Karina no quería que Sarah estuviera sola en casa, así que a esperar.

Karina

Parada frente a la puerta de la habitación de Sarah me pregunto hasta cuando soportaré estar así sin volverme loca.

El día de ayer no quiso salir de la habitación y al llegar y tratar de hablarle ella estaba dormida. Hoy yo tenía una reunión importante por lo que no podía quedarme con ella, toqué su puerta para hablarle pero no recibí respuesta, así que entré de todas manera y la vi dormida, me acerqué a verla pero no quise despertarla, dejaría que descansara y trataría de volver temprano para hablar con ella. 

Pero luego de hablar con la señora Oh tuve que regresar a la casa, Sarah no había desayunado, no había comido, no había salido de su habitación y eso me estaba preocupando. Llamé a su psicóloga para agendar una cita  y que ella hablara con Sarah.

Al llegar a casa subí directamente a su habitación y toqué varias veces pero no recibí respuesta, entré y la habitación seguía a oscuras como en la mañana. Esta vez me senté en la cama junto a ella y acaricie su rostro para despertarla.

⏤Hola bella durmiente.

⏤Hola, ¿qué haces aqui?

⏤Vine a pasar la tarde contigo.

⏤No es necesario. ⏤Ouch, escuchar eso de su boca dolió.

⏤Bueno, no he podido almorzar hoy, ¿te gustaría hacerlo conmigo?

⏤No tengo hambre.

⏤Tú y yo hicimos un trato.

⏤Y yo lo cumplí, me comí lo que pediste. ⏤Ella se sentó mientras hablaba.

⏤¿Y no puedes hacerlo nuevamente por mí?

⏤No quiero.

⏤Ok, ¿que quieres?, pide lo que quieras y te lo daré.

⏤No quiero nada.

⏤Entonces volveremos al hospital.

⏤Nooo.

⏤Si no te alimentas ¿qué crees que terminará pasando? ⏤ella no contestó. ⏤Mira, lo que sea que quieras comer lo conseguiremos, solo dilo.

⏤No tengo deseos, ni antojos, ni ganas.

⏤Ok, ¿que tal si consigo algo que se que te gusta mucho y lo pruebas?, si te gusta comes conmigo. ¿Bien?

⏤Esta bien, pero no me vuelvas a amenazar con volver al hospital.

⏤No lo haré si te animas a comer. ⏤la vi poner cara de pocos amigos. 

Me esmere y conseguí un buffet de todas las cosas que se que le gusta comer. Necesitaba que Sarah comiera algo, lo que fuera, yo tampoco quería que volviera al hospital por un cuadro de anemia.

Sin buscarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora