COLIN
Me abro paso entre una multitud de personas, posibles clientes de la cafetería y una cantidad asombrosa de reporteros que no esperaba encontrar aquí. Todos están intentando ver qué sucede y hacerme con un lugar entre ellos es una verdadera odisea. ¿De dónde salió tanta gente? La triste realidad es que lo sé: Alex los ha llamado, de eso se ha tratado todo desde el principio.
Y yo caí como un idiota.
Me cuesta llegar al frente del gentío, pero finalmente lo hago y visualizo el momento en que el rostro de Gwen se transforma en la imagen misma de la sorpresa. Los flashes apuntan hacia ella, no al muchacho que está sentado en el asiento trasero de un móvil policial. Todos la observan y nadie le presta atención al verdadero culpable.
Sus ojos de alguna manera se encuentran conmigo mientras camino hacia ella y trago en seco al notar todas las emociones que la abordan. La conozco, está enfadada conmigo y en cierta medida también lo estoy conmigo; sin embargo, no me arrepiento de haber llamado a la policía y ponerles un punto final a las visitas de Alex a su pastelería.
En una de las interminables reuniones de hoy, los abogados de la discográfica nos informaron que se le pedirá a un juez órdenes de alejamiento para así evitar que Alex se acerque a nosotros y, de hacerlo, tendremos más que suficientes razones para que la policía intervenga. Convencí al abogado en jefe de que extendiera dicha orden para Gwen y mantenerla protegida de alguna manera.
—Gwen —la llamo a pocos pasos de llegar a ella.
—¿Por qué?
No dice más, tampoco necesita hacerlo pues sus ojos transmiten todo lo que sus labios no son capaces de hacer.
—No sabía que estaban todos estos reporteros al acecho.
—Debiste imaginarlo.
Sí, debí hacerlo. Supongo que uno de mis máximos errores es creer que Alex no tiene ninguna influencia mediática en este momento cuando es claro que sí la tiene. Todos los medios y periodistas quieren la exclusiva, tener qué contar, sea verdad o mentira.
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Maldita dulzura
RomanceColin y Gwendolyn solo tiene una cosa en común: el amor al arte. Él, bajista de una banda en ascenso. Ella, pastelera en un negocio que va ganando renombre. Pese a su éxito personal, la vida no siempre les sonríe. Gwen tiene mala suerte en el amor. ...