GWEN
Hemos llegado a la conclusión que mi vida amorosa apesta. Steve, Faith y yo tuvimos una larga conversación telefónica en la que, al final, ambos tuvieron que aceptar que no me va bien en el amor. Yo ya lo tenía asumido y quizás allí empieza mi problema, pero una vez más las situaciones han demostrado que tengo razón.
Colin Bloomberg ha sido catalogado como el enemigo número uno por mi mejor amigo y, a pesar de que creo que está exagerando, no tengo muchos ánimos para discutir. Me ilusioné, ahí estuvo mi primer error y ya aprendí la lección, o eso quiero creer.
Soy una mujer libre, fuerte e independiente. Puedo encontrar a cualquier idiota con el que tener sexo en Tinder si lo necesito y el día que me sienta realmente sola pues adoptaré un montón de animales que necesiten de mi amor. Hoy no necesito nada de eso y casi me ofende el regalo que mi hermana me ha enviado por Amazon.
—¿Estás burlándote de mí, Faith?
—No es una burla, es un acompañamiento para las noches de frío.
—¿Cómo exactamente un dildo me acompañará cuando haga frío?
—¿En verdad necesitas que te lo explique, hermana?
—Que no esté teniendo suerte con las citas...
—Que nunca hayas tenido suerte con las citas desde que te mudaste a San Francisco —me corrige.
—...no significa que necesite un juguete sexual.
—Los juguetes sexuales son geniales y yo incluso tengo uno.
—Eso es algo que no necesitaba saber.
—No debes sentirte avergonzada por darte placer, Gwen. Ya deja de usar tus dedos o tu almohada y utiliza la tecnología a tu favor.
—Lo pensaré.
—Me lo agradecerás luego. Y considéralo un regalo de Navidad adelantado.
—Eso no es justo —me quejo—. No tendré un regalo bajo el árbol.
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Maldita dulzura
RomanceColin y Gwendolyn solo tiene una cosa en común: el amor al arte. Él, bajista de una banda en ascenso. Ella, pastelera en un negocio que va ganando renombre. Pese a su éxito personal, la vida no siempre les sonríe. Gwen tiene mala suerte en el amor. ...