GWEN
No suelo responder llamadas de números desconocidos en mi teléfono personal. Luego de expandir el negocio y notar lo irrespetuosos que son los clientes respecto a los horarios de atención, me puse como regla no contestar a ningún número que no tuviera agendado. Pero hay veces, muy pocas, en las que mi instinto me dice que omita las reglas y salga de mi zona de confort. Así fue como contesté una de las llamadas más importantes de mi vida.
Emma Williams me había contactado hace unas semanas. Finalmente. Al escuchar su voz y su presentación casi me puse a llorar. Había esperado tanto esa llamada, tener alguna noticia de ella que había pasado muchas noches en vela. Llegué a pensar que había cambiado de opinión, que no era lo suficiente buena para formar parte de su nota y eso hizo pulla en mi autoestima. Sin embargo, todo cambió con esa llamada.
Soy afortunada. Y también sé que las cosas pasan porque me he esforzado para que así sean.
De esa llamada que ya había dado por perdida, nació mi plan para hoy. Tengo mi primera reunión con Emma y me comentará cómo será el procedimiento para la entrevista de manera tal que acepte o no participar.
Estoy entusiasmada y asustada en partes iguales. Me tomó horas encontrar qué ponerme, arrastrando a Steve conmigo por el centro comercial y las calles principales buscando un atuendo adecuado para la reunión, pero también para la futura entrevista. Porque voy a decir que sí, no importa qué tenga que hacer. Luego de mucho esfuerzo y de una muy malhumorada hermana que daba sus opiniones por mensaje, encontré el atuendo perfecto.
Ahora mismo me siento excelente conmigo misma. Me siento una mujer de negocios. Siento y sé que puedo lograrlo todo. Es curioso como las prendas adecuadas pueden cambiar nuestra percepción de nosotros mismos. Quizás ayudó que haya implementado la pose del súper héroe antes de salir de casa.
Llego al bonito restaurante al que me ha citado con un lindo calor en el pecho y una sonrisa en el rostro que no se puede borrar con nada. Como amante de las comedias románticas y las películas de mujeres poderosas, este es mi momento de cambio. Es como cuando Elle Woods llega al juicio vestida de rosa luego de querer renunciar al derecho.
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Maldita dulzura
RomantikColin y Gwendolyn solo tiene una cosa en común: el amor al arte. Él, bajista de una banda en ascenso. Ella, pastelera en un negocio que va ganando renombre. Pese a su éxito personal, la vida no siempre les sonríe. Gwen tiene mala suerte en el amor. ...