Capítulo extra 3

1.5K 69 0
                                    

ZOE

Una semana después.

1:45 p.m.

Melany: — Hola, ¿está ocupada?

— No, entra

Melany, asistente personal de Dante y mía, entró a mi oficina, la cual era la misma que tenía antes de pasar a ser la jefa, la que estaba al lado de la oficina de Dante, solo que ahora la habían remodelado y era más espaciosa que antes. No por petición mía, sino de mi prometido, no porque si hubiera sido por mí la hubiera dejado como antes.

Melany: — ¿Me podría hacer un favor?

— Claro, ¿qué necesitas?

Melany: — Es que… No, no importa. No es nada — dijo y noté que se veía preocupada

— ¿Estás bien? Siéntate

Melany: — Venía a pedirle si me daba una semana libre

— Claro, ¿no te sientes bien?

Melany: — Sí, o sea no. Verá, es que no me siento bien de salud y creo que ya sé porqué es

— ¿Crees que sea lo de aquella vez?

Melany: — Sí — respondió y empezó a llorar.

— Tranquila

Melany: — Zoe, estoy muy nerviosa

— Tú tranquila, hasta que no sepamos nada, no hay que alarmarse

Melany: — Imagínate que esté embarazada. Yo pienso que lo estoy. Desde aquella vez, desde la semana pasada lo presentía, pero no quise hacerme ninguna prueba

— ¿No te has hecho ninguna prueba?

Melany: — No

— Entonces iré a comprarla y lo veremos

Melany: — No hace falta

— Sí, y así sabremos qué sucede

Melany: — Está bien, ahora iré

— No, voy yo

Melany: — Pero

— Iré yo, además ahora no tengo nada que hacer y quiero comprar unas cosas que me hacen falta

Melany: — De acuerdo

— Ahora vuelvo

Melany: — Gracias, señora Grimaldi

Le sonreí y tomé mi cartera. Salimos de mi oficina y antes de ir a la farmacia me metí a la oficina de Dante.

Dante: — Hola

— Hola

Él me saludó con una sonrisa en su rostro y me acerqué para darle un beso.

— Saldré un rato

Dante: — ¿Quieres que te acompañe?

— No, iré sola. Tengo que ir a comprar unas cosas

Dante: — Vale, yo ahora tengo una reunión

— ¡Suerte!

Dante: — La necesito y un beso tuyo también

— Pero solo uno

Dante: — ¿Por qué no te quedas?

— No, me tengo que ir — respondí al ver que si seguía basándome con él no pararía y entraría en bucle.
— ¿Te acuerdas de aquellos tiempos en los que venía a tu oficina y hacíamos cosas indebidas?

El Jefe Me EspíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora