(Belinda)
Todo esto es totalmente extraño. De repente escucho una voz familiar decir "Pequeña ángel" y al ver quién era, pues ni más, ni menos que Damián, el chico que me ayudó. Hace unos minutos estaba arreglando las cosas con Aarón y ahora estoy sentada sobre el regazo de Damián, nuestras miradas están fijamente una sobre la otra, la última frase que se logró escuchar en la habitación fue "Pequeña ángel tenemos que hablar" al Damián decir eso yo me remuevo sobre su regazo, y logro sentir como su amiguito se despierta, el sabe que yo lo noté y gracias a Dios no dijo nada al respecto, la verdad no quisiera hablar de ello. El está acariciando mi muslo desnudo por la falda corta pero no tanto del instituto, al igual que también está un poquito más arriba de donde debe estar por la posición en la que estoy con Damián.
— ¿De qué tenemos que hablar? — le pregunto con tono inocente a pesar de saber a lo que se refiere.
— Pequeña ángel, bien sabes a lo que me refiero. El mal reencuentro que tuvimos en el antro ''El Rey". El que me viste teniendo algo de intimidad con unas chicas y te fuiste, te desapareciste por 2 semanas completas, en el cuál no supe nada de tí, y te busque como un loco estos 2 fines de semana en cada fiesta y no te pude encontrar en ninguna, pequeña ángel estaba preocupado por tí — termina por dar su discurso al cual yo no tengo ni idea de que responder.
Me quedo unos minutos en silencio, estoy procesando todo lo que me acaba de decir, nuestras miradas están fijas una del otro, y la verdad no se que decir o hacer.
— Si... Tuvimos un mal reencuentro, pero no tienes por qué darme explicaciones, tu y yo no somos nada — al decir eso se tensa y aprieta los dientes, haciendo que su mandíbula se marqué — Y la verdad no me han dado ganas de salir estos fines de semana, así que prefiero quedarme en mi habitación, disculpa si te hice preocuparte, y gracias por eso, pero estoy bien.
— Primera y última vez que vuelves a decir que no somos nada — dice entre dientes y con la mandíbula aún apretada — Tu eres mía y solo mía, tu eres todo para mí, Eres mía Belinda, solo mía, así que no quiero volver a escuchar esa estupidez tan grande.
— Pero... — iba a decir algo pero el me interrumpió.
— Lo supuse, supuse que no querrías salir estos fines de semana por el mal encuentro que tuvimos, y no tienes porque disculparte, al igual que tampoco agradecer, jamás me dejaré de procurar por tí, y me alegra mucho que estés bien — termino por decir sin abrir los ojos, se nota que esta molesto.
— Eh.. bien, pero si debo agradecer tu preocupación, gracias por preocuparte por mí, y si, preferí no salir, pero... — me quedo callada sacando toda la valentía para poder hablar, el abre los ojos y me ve, ya no está tan molesto.
— ¿Pero? — dice Damián para saber que iba a decir.
— Pero por qué dices que soy tuya, y sólo tuya, si tú y yo no somos nada — al decir esa frase veo como vuelve a estar tenso y con la mandíbula marcada — ¿Por qué dices que yo soy tuya y que soy toda para tí? — le termino de decir con timidez y la poca valentía que me quedaba.
— Ya te dije que no vuelvas a decir semejante estupidez, tu eres y serás mía, entendido — dice con un tono de voz autoritario — ¿Por qué digo que eres todo para mí?, porque es la puta verdad, eres mía, desde que te ví en esa fiesta ilegal esa noche, te ví tan única, tan diferente, tan tierna, perfecta, supe que eras para mí, y solo para mí, así que te voy a agradecer que no vuelvas a decir que no somos na...nada — dice la última palabra con dificultad y tiene los dientes apretados, se ve lo suficiente intimidante.
— Ú-¿única?, ¿Diferente? ¿Tierna? ¿Tuya? ¿PERFECTA? — digo con enfasis en la última palabra, todo esto es raro.
— Sí. Única, diferente, tierna, perfecta y mía, solo mía, se que aún no lo entiendes, pero con el tiempo sí. Vamos de espacio, te daré todo el tiempo que desees, porque quiero que seas mía y solo mía, entendido — termina por decir y yo me quedo sin palabras al escuchar su discurso.
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La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]
Random¿Dónde comienza la magia de las cosas? No lo sabes, pero sabes que en todo hay una pizca de ella, y cuando comience te darás cuenta que será la magia de la mafia. ¿Creerías que toda tu vida cambiaría solo por un viaje? Yo sí, y la mía fue así. Soy...