(Damián)
Ayer no tuve la mínima oportunidad de poder hablar con mi pequeña ángel, por aver estado todo el día con Katia; la verdad ella ya está notando mi lejanía y eso no me conviene. Y no sé si realmente fue mi pequeña ángel o no, pero mientras me estaba besando con Katia en los pasillos de los baños, logré ver cómo la silueta de mi pequeña ángel, al momento de haber escuchado que la llamaban diciendo:
—"Vamos beli, después tenés tiempo para ver más".
Y el "beli" solo se lo conozco a mi pequeña ángel, ayer en la noche le iba a escribir; pero la verdad si fue ella, no pienso arriesgarme a qué se aleje de mí, ella es mía y solo mía. Con cada día que pasa la posesividad de mi hacia ella, va aumentando y de una manera inimaginable; el ardor en mis venas de tan solo imaginar que ella pueda estar en brazos de alguien hace que me enfurezca. Sus curvas y ella son perfectamente talladas por los angeles, su forma sumisa de ser solo me la debe a mí, y solo la tendré yo; tenga lo que tenga que hacer.
Me obsesione con ella de una manera que es mi único calmante, el tan solo estar cerca de ella me hace sentir bien y se que ella se siente segura conmigo. Y por más que quiera que ella sea solo mía y yo de ella, eso no podría ser.
Mi móvil empieza a sonar haciendo que mis pensamientos se desvanezcan y centre mi atención en la llamada que estoy recibiendo.
Llamada.
— Buenas tardes señor Montenegro — dice al otro lado.
— Buenas tardes.
— Quería informarle que el trabajo ya está hecho.
— Con exactitud.
— Ha sido eliminada de cualquier posibilidad de ser elegida por ellos, señor.
— Más le vale, no quiero y no tendré ningún error en eso. Y menos si se trata de ella.
— Lo sé señor y así será, ellas y sus personas cercanas están eliminadas de cualquier hombre o agencias de esas.
— Bien, envíeme todos los informes y las mejores en la lista. Y recuerden ella es mía y solo mía, nadie la toca y no se ofrece ni para servir vino.
— Lo sé señor, con su permiso ¿No tiene algún trabajo mas para mí?
— Por los momentos no. Espero los expedientes para mañana por la tarde.
— Si señor, sus palabras son órdenes.
Cuelgo la llamada.
Fin de la llamada.
Dejo el asunto hablando a un lado y sigo con mis pensamientos en mi pequeña y Katia. Son mujeres tan distintas, mi pequeña ángel me encanta y me fascina solo con una pequeña sonrisa haciendome sentir el mejor por haber causado una sonrisa en sus suaves y delicados labios. No sé cómo sería teniendo intimidad con ella, pero si se que amaría cada momento. Mientras por otro lado Katia le gusta el sexo rudo, le gusta las muestras de afecto pero por más que quiera no podría demostrarle cariño.
Con mi pequeña ángel solo es libertad de ser así con ella y mi cuerpo me lo pide, me pide no lastimarla y cuidarla de cualquier tipo de maltrato hacia ella. Con Katia tengo sexo rudo y con fuerza, mientras cada estocada que le doy es siempre mas fuerte que la anterior, salgo y entro en ella sin pudor o suavidad. Es la única mujer que me a echo llegar más allá de un 30 porciento de mi en el sexo, con mi pequeña ángel no lo sé pero si quisiera. Mi pequeña ángel es mía y Katia igual.
No terminaré mi relación con Katia por mi pequeña ángel, pero no pienso dejar que a ella nadie la toque. Ellas son mías, y aunque no lo quiera admitir mi pequeña ángel siempre será mi amante, y Katia mi mujer; ya toda la sociedad conoce a Katia, ya nuestra boda está planificado, que se junten nuestros mafias para más poder, mi mafia siendo la más poderosa, vuestro imperio crecería. Podré tener hijos con Katia, pero mi pequeña ángel jamás dejará de ser mía y eso lo sé.
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La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]
Random¿Dónde comienza la magia de las cosas? No lo sabes, pero sabes que en todo hay una pizca de ella, y cuando comience te darás cuenta que será la magia de la mafia. ¿Creerías que toda tu vida cambiaría solo por un viaje? Yo sí, y la mía fue así. Soy...