57:"La mentira"

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(Damián)

Esos ojos.. esos ojos que tanto me matan y que tanto amo.. los ví de la peor manera que una vez lo había visto, pero está vez era más fuerte. Ya que la primera vez no éramos nada pero a la vez lo éramos todo. Esos ojos color marrón oscuro que cuando el sol se posa sobre ellos son los más hermosos y en ese momento me demostraron su tristeza, decepción, enojo, amor, vulnerabilidad, confusión, odio y sinfin de emociones más, lo unico malo es que ninguna era buena. Me dolió, pequeña ángel me dolió ver tu mirada de esa forma. No sabía que me había pasado, no sabía porque me deje llevar.

— Discúlpame pequeña ángel — digo mientras la veo inconsciente sobre la cama.

Estoy a su lado pero no me quiero ni me voy a separar de ella, ya ella supo la verdad, supo la verdad de la mentira que había intentado ocultar..

Yo era el muro personificado que no permitía que mi pequeña ángel viera la cruda verdad.

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Flashback
Hace unas horas.

Mi pequeña ángel me había dejado con mi polla despierta una vez más. Por lo menos ahora tengo sus bragas mojadas en mis manos. Su aroma es dulce e inocente, como sería su sabor. Me gustan y las quiero y solo, ella solo será para mí.

Tengo miedo, ayer tenía miedo de perderla. La llamada, la llamada que llegó cuando estaba junto a ella era de Katia, me estaba avisando que llegaría hoy a las 2:30 que quería estar conmigo. No quería que sospechara nada así que acepte, pero no quiero que mi pequeña ángel se aleje de mi, eso nunca. Y le mentí sobre de lo que se trataba, no me gusta ver sus ojitos de decepción y menos si yo soy el causante de ello. Ella no.

Mi pequeña ángel termino por irse para ordenar la pizza y yo me quedé aquí para tranquilizarme. Había querido tener sexo desde hace muchos días pero no pienso forzar a mi pequeña ángel a nada. Saco el bulto de mi pantalón que pedía ser liberado y empiezo a masajearlo de arriba hacia abajo haciéndome sentir bien por ese movimiento, recuesto la cabeza sobre el espaldar de mi silla y sigo con lo que hago cuando la puerta es abierta de repente.

Debe ser mi pequeña ángel, es la única que tiene derecho a hacer eso. Bajo la mirada para encontrarme con alguien el cual no esperaba: Katia.

Hola papi, veo que ya estás exitadodice la rubia con un vestido más arriba de sus muslos caminando con sensualidad.

¿Katia? ¿No ibas a venir a las 2:30? — pregunto sin comprender su estancia.

Empieza a caminar en mi dirección y
dejando la pizza que trae sobre el escritorio.

Sí — dice mientras toma mi polla en sus manos — Pero estaba tan necesitada al igual que tú y decidí venir más temprano dándote una sorpresa — dice con voz seductora haciendo que mi polla se ponga dura.

Bien. Apoyate sobre el escritorio, con el trasero al descubierto y arriba — ordenó serio, excitado y tosco.

Bien amo — dice mientras hace lo que ordene.

Se baja completamente el vestido quedando desnuda ante mí, baja sus bragas y pega sus pechos al escritorio quedando todo su trasero a mi disposición.

La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora