29:"Aclaraciones, pero no muchas"

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(Damián)

Después de que ella me colgará diciendo que hablaríamos en persona, estaba apunto de estallar, quería… quería... quería ir a dónde estaba ella y aclararle todo, decir lo que sentía por ella, y aclararles todas sus dudas, responder todas sus preguntas, bueno, casi todas, esperaría que al día siguiente ya que era domingo y tenía que venir pues al día siguiente tendría clases, esperaría que ella llegara y hablaríamos, pero se hicieron las 10 a.m 11 a.m 12 p.m y no llego, después de esa hora no creí que viniera así que decidí llamar a su móvil, pero no atendió ninguna de mis llamadas, eso me frustró, la llamé hasta muy tarde, pero no atendió así que lo que pensé fue buscarla en la mañana y aquí estoy en el auto junto a ella, mientras el silencio está por todo el lugar y el ambiente algo tensó.

— ¿Qué es lo que realmente quieres Damián? — pregunto, no me esperaba esa pregunta, tenso la mandíbula y siento que mis dientes se van a romper.

¿¡Por qué coño estoy actuando así si yo decidí buscarla fue para esto!? ¿¡Qué coño me está pasando!?

— Ya te lo dije, quiero todo contigo, tu eres todo para mí, eres mía solo mía, y yo soy tuyo ¿Qué más quieres saber? — me pregunto y le digo algo para ver si eso sacia su hambre por sus preguntas.

— Sí — temí escuchar eso — No entiendo, eso no responde a mis preguntas, lo dijiste ayer y eso me causa más preguntas.

¡Maldición!

— ¿Qué quieres entender? Qué eres todo para mí y siento la necesidad de estar junto a tí, que quiero que seas mía, que seas mi novia ¡Lo entiendes! Qué cuando la gente te vea sepa que eres mía, que yo sea el único que esté entre esas piernas. ¡No sé que coño me hiciste, pero desde la vez que te ví en aquella fiesta en medio de todo y de todos, sin ser igual a los demás, siendo única, siendo distinta, sin mezclarte con ellos, conservando tu esencia de inocencia, delicadez, pureza, timidez, hermosura, perfección y te quiero solo para mí! ¿¡Ahora lo entiendes!?

El silencio reino por un momento después de decir todo eso, ella parecía estar tímida y estaba muy sonrojada, realmente es jodidamente perfecta y tierna.

— Sí Damián ahora lo entiendo, no sabía que.... Sentías todo eso — lo último lo dijo casi en un susurro, pero lo pude oír.

— Sí pequeña ángel, siento todo y más — le digo y ella se sonroja más — ¿Ahora sabés lo que siento por ti?

— Sí, bueno, casi — hace una pausa — entonces.. tú y yo.. somos...

— Novios — termine su frase y ella se sonroja, ¡Joder! Qué tierna.

Lo digo, lo pienso y es un hecho: está mujer será mi perdición, claro si ya no lo es.

— Sí — dice en un susurro muy bajito, pero lo oí, gracias oídos, espera.

Es ridículo ¿le estoy agradeciendo a mis oídos?

Unos movimientos me sacaron de mis pensamientos y es ella, mi pequeña ángel, se está acomodando para ver mejor por la ventanilla del auto. En serio, que tierna es.

Las horas pasan y vamos dejando miles de kilómetros atrás de nosotros, iba a seguir de largo, pero por la ventanilla del auto mi pequeña ángel hizo una cara de asombro al ver algo y yo la tengo que complacer con eso, pero ¿Con que se asombro?.

Estacionó el auto y ella se baja, se baja tan de prisa que me logro sorprender por como lo hace, ya que mi pequeña es lo suficientemente paciente como para esperar. Ví, la ví como queria un peluche, pero no era un simple peluche, era uno mediano y lindo, era blanco y morado, la verdad no esperé ver algún peluche así, pero sí; si hay.

La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora