La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]

68:"Kener Miller"

(Belinda)

Ya ha llegado viernes.

Y con el, ha llegado la fiesta.

Ámbar me ha tenido loca con los preparativos y más. Damián ha estado tan sumergido en su trabajo que gracias al cielo no ha tenido tiempo para detallarme tan a fondo, porque eso sí; nunca ha parado de detallarme. Hoy será la fiesta y traerá consigo a bastantes personas, más que todo personas poderosas invitadas por Am y familiarizados con Kener.

Solo pronunciar su nombre me causa cierto asco y enojo, no se cómo hay hombres que son capaces de tales actos.

— Beli recuerda, tienes que hacerte que no me conoces, no te conozco, no pronunciar nuestros nombres o algo que te relacioné con nosotras — enfatiza recordando cada parte del plan.

— Bien — asiento — Pero, ¿y Damián? Que bien recuerde el es un tanto.. ¿Posesivo? No lo sé, pero si me ver cerca de ese chico correrá y dirá "es mía"

— Sí. Jack y yo haremos todo lo posible por distraerlo, bueno yo; ya que Jack tendrá que hacerlo con Sophie para que ella no venga — informa.

— Bien, espero y funcione. — me sincero.

Realmente sí tengo cierto miedo en todo esto, y apesar que ya me explico lo de "venderme" aún esa palabra está por mi cabeza. Pero confío en ella y trato de no pensar en esa pequeña oración.

Ya llegó la hora del almuerzo así que tuvimos que ir a la mansión.

— Alex, ¿ya nos podemos ir a la mansión? tengo hambre — digo llegando a él.

— Está bien señorita Belinda, vamos — dice comenzando a ir hacia el auto.

— Am vamos, ya es hora de almorzar. Tengo mucho hambre — informo para irnos.

— Bien vamos, ya todo está listo. Ahora solo falta que llegue la noche — dice ella entusiasmada.

Asiento y nos vamos hacia la camioneta, ya está Alex esperando por nosotros y como Damián es un poco loco, hay un auto más por nuestra "seguridad" ya que el dice que por su posición social suele pasar.

Termine por ignorar eso y subirme, el auto tomó marcha y yo me distraje con la preciosa vista. Llegamos a la autopista y puedo notar que una cierta fila de autos negros están detrás de nosotros, y todos son ilegales, todos tienen la misma placa.

— Hey Alex, ¿ves...

— Señor nos están siguiendo — informa Alex.

¿Qué?

¿Si-siguiéndonos?

¿Por qué?

Ahorra me fijo que está en una llamada.

— Al rededor de cinco camionetas negras, Chevrolet M93 y todas tienen la misma placa: VP69Q2 — finaliza por decir Alex a su móvil.

¿Que está pasando?

— Señor nos están orillando, y el lado de la carretera es desolado y sin mucho escape — informa ahora preocupado Alex.

— Bien señor. ¿Cuanto tardarán? — pregunta él.

— Tengo 2 cerca de allí, unos 7 minutos. Las otras si están a una buena distancia, por lo que tardarán en llegar. Alex, cuídala. Que absolutamente nada le ocurra, ella tiene y debe estar segura — escucho a Damián decir cuando Alex suelta el móvil para manejar mejor el volante.

— Bien señor lo haré — promete Alex.

— Ya voy en camino y no cuelgues la llamada, quiero estar al tanto de todo — indica Damián.