(Belinda)
— Hola chicas, ¿cómo están? Oigan que es eso ¿del fin de semana? — les pregunto porque tengo curiosidad, ahorita estamos en receso y toda la semana no han dejado de hablar de eso y menos hoy que es viernes.
— Oh, cierto no te hemos contado todavía — termina por decir Elizabeth.
— Cierto, disculpa Beli, se nos pasó — dice en tono de disculpa Sophie.
— No te preocupes Sop, se te olvidó — le digo sonriendo.
— Bueno yo te cuento — dice Ambar — El primer fin de semana es muy hablado porque es la primera fiesta del instituto, no como tal del instituto, pero nosotros salimos a un antro ilegal, pues por obvias razones somos menores de edad — dice Ambar un poco triste.
»Pero bueno, en fin lo que te quiero decir es que el primer fin de semana es para salir y disfrutar, y para los nuevos cómo tú, puedes conocer a muchos — me termina por decir guiñandome un ojo pícaramente.
— Uh ya, y ustedes ¿van a salir? — les pregunto con curiosidad, yo la verdad no quiero ir.
— Obvio que vamos a salir, por qué tú también vas, eh — dice Sophie con una sonrisa.
— No lo sé Sophie — le digo haciendo una mueca.
— Vamos beli, puedes conocer a muchos, y eso te ayudará bastante creeme — me termina por decir Ambar.
— Si vamos, te vas a divertir mucho — dice Elizabeth.
Me quedo pensando unos segundos y si, quizás sea muy buena idea eso de salir, soy nueva y no conozco a casi nadie, y quiero conocer personas.
— Está bien iré, pero por favor no me dejen sola nunca — les digo en tono de súplica.
— Es obvio que no te vamos a dejar sola, lo prometemos, eres nueva y te vamos ayudar a conocer personas — me dice Sophie.
— Gracias chicas las quiero mucho — les digo a todas.
— Y nosotras a tí — termina por decir Elizabeth.
Y así nos quedamos abrazados por un rato, pero sonó el timbre y ya se había acabado el receso, volvimos a nuestros salones y nos quedamos ahí hasta que sonara el timbre de que ya se habían acabado las clases, pasaron una hora y media, cuando por fin sonó el timbre todos salimos, todos salieron directo a sus habitaciones y nosotras lo hicimos igual, al llegar a nuestra habitación ví como todas llegaban y buscaban que ponerse para la fiesta de esta noche, yo me senté en mi cama y veía como estaban de aquí para allá y de allá para acá, buscando que ponerse la verdad se veían algo graciosas, por un momento todas se detuvieron y me voltearon aver.
— Que haces ahí sentada que no te vistes, ya dijiste que ibas a ir — me dice Ambar con las manos en la cadera.
— Vamos vístete, muevete, te estoy viendo — me dice Sophie llevandome al armario y dejandome encerrada hasta que consiguiera que ponerme.
Empecé a buscar entre mis cosas y conseguí algo que me llamo la atención, era algo simple pero lindo, y me gustó, llame a las chicas y ellas abrieron.
— A ver qué te vas a poner — dijo Ambar.
— Esto — les dije mostrando mi vestido.
Era blanco con diminutas perforaciones en el, ajustado a mi cuerpo y tenía unos arreglos en el pecho y las piernas.
— Omg si está lindo — dijo Elizabeth.
— Si, si está lindo, pero, ¿no es algo cerrado? — dice Sophie un poco dudosa.
— No, es perfecto y me gusta, además es como yo quiera vestirme, y me quiero vestir así — les digo.
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La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]
Diversos¿Dónde comienza la magia de las cosas? No lo sabes, pero sabes que en todo hay una pizca de ella, y cuando comience te darás cuenta que será la magia de la mafia. ¿Creerías que toda tu vida cambiaría solo por un viaje? Yo sí, y la mía fue así. Soy...