25:"El día con el"

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(Belinda)

— Jeje pues creo que eso es todo, ya no hay más nada para contar — dice Damián sonriendo super sexy.

— ¿Eso es todo? Solo me has dicho que tú padre es empresario y tú madre está de viaje, que eres hijo único y el heredero de todo, siempre has vivido acá y tenés Miles de propiedades, no creo que eso sea todo — le termino por decir y el se remueve algo incómodo.

— Sí, no lo es todo; pero con el tiempo te voy a contar lo demás, ¿si pequeña ángel? — me dice y no lo quiero presionar así que asiento.

Terminamos de comer vuestros helados, y reposamos un rato, decido por ver el cielo y ¿enserio?, Ya es la noche, por Dios, ¿qué hora es?. Bajó las escaleras de prisa y logro ver cómo Damián me está siguiendo.

— ¿Qué pasa pequeña ángel? — escucho detrás de mi a Damián.

— ¿Qué hora es? — le pregunto algo agitada.

— Son las 7:27 p.m pequeña ángel, pero, ¿Qué pasa? — me pregunta Damián algo curioso y asustado.

— ¿Qué enserio? Las chicas deben estar preocupadas — le digo agitada y preocupada.

— No te preocupes pequeña ángel hace unas horas ellas me escribieron y les dije que estabas conmigo — me dice para calmarme y lo logra un poco.

— Pero... — le digo y el posa su índice sobre mi labios.

— Te llevo entre un rato, vamos a quedarnos un ratito más ¿Sí? — me dice algo suplicante y tierno, no puedo negarme.

Damian es aquel chico que toda chica desearía es guapo, sexy y atento, pero no puedo decir mucho de el, apenas y hoy lo estoy conociendo bien.

— Bien. Pero entre un rato me voy — le termino por decir y el sonríe feliz.

Nos quedamos unas horas más hablando y después ví la hora y ya eran las 11:32 p.m.

— Damián ya me tengo que ir — le digo y el coloca una carita de decepción y tristeza.

— Bien pequeña ángel, ven vamos te acompaño — me termina por decir y yo avanzó hasta tomar su mano y salir.

Emprendemos camino directo a mi habitación, pero la verdad el camino será algo largo, pues estamos en los pasillos de la universidad y no el mío. Mientras caminábamos ví que por el pasillo no había casi nadie y eso me sorprendió.

— Damián y ¿los universitarios? — le pregunto con curiosidad.

— Todos están en sus habitaciones — me dice con simpleza.

— ¿Se acuestan temprano? — le pregunto

— Jaja no pequeña ángel, solo que aún es temprano, cuando se haga más tarde empieza los verdaderos pasillos de un viernes universitario — me dice y me da curiosidad saber cómo es — Algún día cuando te quedes a dormir conmigo te lo mostraré.

Eso me sonroja y no quiero decir palabra.

¿Da-damián y y-yo durmiendo juntos?

No, no lo creo, aunque si me gustaría algo la verdad, que locuras estás diciendo Beli comportate. Seguimos caminando y yo no ví cuando llegamos, estaba tan metida en mis pensamientos que no me fijé.

— Aquí te dejo pequeña ángel, si necesitas algo no dudes en llamarme recuerda, y te quiero mucho pequeña ángel que descanses y tengas dulces sueños, mañana vengo por tí.

— Adiós Damián, gracias este día me gustó mucho, nos vemos mañana, y tú igual Damián descansa — me da una sonrisa de lado y se despide dándome un beso en la coronilla.

La Magia de la Mafia © [La Mujer del Mafioso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora