Cap. 4

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No pudo evitar la sorpresa en su rostro ante aquella pregunta, y es que nunca se había puesto a pensar siquiera él mismo en una posibilidad, ahora que Joaquín se lo había cuestionado, era algo importante que debía preguntarse con seriedad y responderse él mismo con total honestidad ¿Él tendría una relación amorosa con una persona con autismo? ¿Por qué no? Dijo una voz en su mente. Sería complicado. Dijo otra. ¡No, no lo haría jamás! Secundó otra más. Pero por supuesto que sí ¿Que tendría de malo? En un segundo miles de voces en su mente comenzaron a contradecirse una tras otra; sacudió su cabeza, espantando a todas y sonrió.

— ¿Porqué no? — contestó.

Joaquín ladeó la cabeza.

— ¿Si sabes que no sería fácil, no?

— Nada es fácil en ésta vida, Joaco. — dijo. — el amor es amor. — terminó. — sigamos dibujando ¿Si? Tengo que preparar el almuerzo dentro de un rato, ¿Qué quieres comer hoy?

Joaquín pareció querer decir algo más, se movió inquieto, pero después volvió a tomar su lápiz.

— Quiero pollo al horno con papas.

— Perfecto, espero que te guste cómo cocino.

— Veremos, Emilio Osorio.





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Después de usar más de 5 hojas en un intento de dibujar a Mario Bros sin éxito, decidió que comenzaría a preparar todo para cocinar y, al ver al castaño tan concentrado en su propio dibujo, pensó que no habría problema en dejarlo sólo unos minutos para hacer lo pensado, de igual manera, estaría allí vigilándolo.

Al entrar a la cocina, sintió una vibración provenir de su bolsillo por lo que tomó el celular y se encontró con el nombre de Elizabeth acaparando la pantalla, corrió su dedo y contestó.

Hola, Lizz. — saludó mientras usaba de soporte su hombro mientras abría la nevera.

Hola, Emilio ¿Cómo vá todo? ¿Cómo está mí bebé?

— Él está bien, demasiado bien. Ya ha desayunado a tiempo, vimos Harry Potter y ahora está dibujando. — contó mientras ponía el pollo sobre la tabla de madera de la isla. — está muy tranquilo, creí que no iba a tolerar mí presencia, pero hasta me ha hablado, eso es muy bueno ¿No?

La mujer rió con felicidad.

¡Lo es, es muy bueno, Emi! Me alegra muchísimo que Joaco esté comportándose de ésta manera, los medicamentos dan sus frutos y las terapias también.

— ¿Vá a terapia?

— Lo hacía, por supuesto, aún no hemos hablado con él para retomar sus secciones terapéuticas, pero cuándo se adapte mejor al nuevo hogar, lo hará.

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora