Se encontraban en la cocina, era hora de preparar el almuerzo y mientras Joaquín estaba sentado en una de las banquetas, Emilio se encargaba de preparar los ingredientes para marinar la carne.
- Entonces... Cuándo tú vienes a verme ó algo, yo debo preguntarte cómo estuvo tu día y lo que haz hecho y lo que no ¿Verdad?
El castaño preguntó, ellos estaban estableciendo algunas reglas que debían seguir ó más bien, aconsejándose el uno al otro para poder tener una fructífera relación.
Terminando de picar el ajo, Emilio asintió.
- Claro... Ó también cuándo tengas alguna duda ó no entiendas algo que yo digo puedes preguntarme, bebé.
- Bueno, deberíamos hacer una lista de nuestras reglas, tú dijiste que eso sería una buena idea.
- Lo es, es una brillante idea, cariño. Así que podríamos hacerlo después de-
No terminó de formular la palabra ya que el castaño había salido disparado de la cocina en cuánto sus piecitos tocaron el suelo.
- ¡Amor, no corras, te vas a caer! - regañó aunque obviamente no fué escuchado por el menor.
Lavando sus manos en el fregadero las secó y cuándo se dispuso a salir de la cocina, sin previo aviso el castaño llegó corriendo cómo un torbellino haciendo que Emilio no pudiera esquivarlo a tiempo y chocando sus cuerpos, el impacto los hizo caer de espaldas, golpeando el suelo posteriormente.
- Emilio... ¿Porqué no te fijas por dónde caminas? - musitó Joaquín sentándose lentamente.
Emilio lo imitó, sobando su espalda cómo pudo y lo miró incrédulo.
- No creí que vendrías corriendo contra mí.
- Y yo no creí que te cruzarías en mí camino. - se quejó. Lentamente se levantó y recogió lo que se había caído de sus manos cuándo chocó con su novio. - tiraste mis cuadernos, tendrás que arreglarlo si se dañaron.
- Creo que me lastimé el trasero. - se quejó Osorio sobándose. - ¿Tú estás bien? ¿Te lastimaste?
- Uhm... - comenzó a tocar las partes de su cuerpo; su cabeza, rostro, brazos, su pecho, abdomen, espalda, trasero y piernas. - no, no me he roto nada, estoy bien.
Emilio sonrió. - no se dañaron tus cuadernos, bebé. - espetó revisando los mismos. - ¿Que harás con ésto?
- Tu cuaderno será el Rojo, el mío el amarillo; tú escribirás allí tus reglas. - señaló. - yo escribiré las mías aquí y cuándo terminemos nos mostraremos y así estudiaremos lo que debemos hacer y no hacer para no enfadar al otro. ¿Está bien, bebé?
Emilio no podría negarse a nada mientras Joaquín usase aquel término con él.
- Está bien, amor. ¿Quieres hacerlo ahora?
- Por supuesto.
- Bien, hagámoslo.
Ambos se encaminaron hacía sus anteriores posiciones, Emilio del lado de la isla dónde tenía todas sus preparaciones; Joaquín se sentó sobre la banqueta, apoyó su cuaderno, abriéndolo y luego, con su bolígrafo en mano, comenzó a escribir.
Emilio lo observó con amor mientras terminaba de hacer el almuerzo y en sus pequeños tiempos libres escribió algunas cosas.
De hecho, él no había pensado en muchas reglas. Sólo lo que él creía más importante y básico para hacer funcionar su trato, ya que estaba seguro que su relación con Joaquín no sería tan difícil de llevar.
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¿Puedo Abrazarte? // Adaptación Emiliaco
FanfictionDónde Emilio se convierte en el cuidador de Joaquín, quién padece de Autismo. Adaptación Emiliaco Autorizada Todos los créditos son de su autor original @Jamesjavadd254. Gracias por darme permiso de adaptar tu hermosa fic. Los créditos de la portad...