Cap. 52

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La noche había llegado; por supuesto, luego de cenar y encontrarse cada uno con sus mejores amigas, los mayores decidieron ir a la casa de los Osorio mientras los menores se preparaban para su pijamada.

Ambos se encontraban en la cocina, una terminando de preparar sus frutillas con crema mientras el otro sólo lo observaba.

— ¿Qué sucede, ojitos? — cuestionó al ver a su amigo algo nervioso.

El castaño jugó con sus dedos, quedándose en silencio por unos segundos mientras buscaba la mejor forma para expresar sus inquietudes.

— ¿Hiciste el amor con Leidy, Elyzabeth? — preguntó levantando su mirada haciendo que la contraría tirara sin querer la cuchara en su mano.

— ¿Q-Qué?

— ¿Hiciste el amor con Leidy? — volvió a repetir.

Ladeó la cabeza confundida, pues Joaquín nunca le había hecho una pregunta cómo esa.

— Uhm... ¿Porqué me preguntas eso?

— He estado pensando mucho sobre ello últimamente, y-yo... Yo he tenido algunos episodios raros.

— ¿Raros? ¿Raros en que forma?

Sus mejillas estaban rojas, no quería ver el rostro de su mejor amiga ahora.

— Me siento raro cuándo Emilio me besa, es... Es cómo algo que me hace cosquillas y no puedo evitarlo, no soy tonto — ésta vez sí se dispuso a ver la cara de la ojinegra. — sé que mis deseos sexuales se han uhm... Incentivado, yo nunca hablé de ésto con mis papás porque ellos no creían que era necesario y tenía miedo de decirlo. Pero la cosa es que, desde que comencé las clases de EAS entendí a qué se debía todo lo que ocurría con mí cuerpo. Y ésto ha aumentado, Elyzabeth.

— Ojitos lindos, es normal que quieras tener actividades sexuales. — la ojinegra terminó de colocar los postres en cada plato y le entregó uno al castaño. — Ven, hablaremos de ésto en tu cuarto.

Hizo una mueca triste antes de seguir a su mayor, una vez hubieron entrado a la habitación, se encargó de cerrar con llave y después se sentaron ambos sobre la cama.

Probaron el simple, pero efectivo postre y luego de un par de bocados más, se dispusieron a hablar.

— Me preguntaste si he hecho el amor con mí Leudy, la respuesta es sí. Si lo hice, Joaco. — dijo la ojinegra ganando la completa mirada del contrario sobre ella.

— ¿Lo hiciste? — frunció el ceño. — ¿Cómo fué? ¿No te dió miedo?

— Bueno, miedo tuve. — respondió dejando su plato sobre el buró y poniéndose de frente con el castaño, quién la imitó. — La verdad es que es un paso realmente importante para dar, ojitos lindos. Pero también es normal, quiero decir; somos humanos, ¿No es así?

— Por supuesto.

— El sexo es natural, es una necesidad de cada persona. Es nuestro derecho también. — comenzó a jugar con sus dedos. — papá nunca me habló de ello, pero Robin y mamá si. Ellos siempre me hicieron saber que el sexo es un tema delicado, no obstante, no es algo de lo que debamos privarnos. En las clases de EAS te enseñan cómo cuidarte y todos los pasos que existen, y también están las personas que... Uhm... Se encargan de ayudarnos en ese ámbito sólo si nosotros así lo queremos, eso es opcional.

— Si, lo dijeron en las clases. Pero no pienso estar con alguien más que no sea mí Emilio. — dijo firme. — si voy a hacerlo por primera vez, quiero que sea con la persona que más amo, no con un extraño.

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora