Cap. 53

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Domingo por la mañana, la alarma sonó a las 9 en punto; en cuánto ésta comenzó a sonar fué rápidamente desactivada por el castaño, intentando no despertar a su amiga, quién dormía en la cama adjunta a la suya.

Se sentó rápidamente y restregó sus ojos, éstos ardían ya que no pudo cerrarlos en toda la madrugada.

Otra noche en la que no lograba conciliar el sueño debido a los pensamientos que su mente creaba. Moviendo sus piernas hasta que éstas tocaron el suelo, se colocó sus pantuflas y caminó hacía el cambiador; cuándo tuvo elegidas sus prendas, se dirigió al baño.

10 minutos después de haberse duchado, se secó; colocándose los jeans negros, y una remera blanca más sus tenis negros. 2Cepilló sus dientes y peinó su cabello.

Al salir del cuarto de baño, observó a su amiga, quien aún seguía durmiendo, decidió que la despertaría cuándo tuviese su desayuno preparado. Por lo que después de tomar su celular, se dispuso a salir de su habitación y bajar hacía la cocina.

Sabía que el desayuno favorito de Ely eran los huevos revueltos, más fruta picada y una taza de café acompañada de un poco de leche. Una rara y extraña combinación.

Pero, ¿Quién era él para juzgar los gustos de su mejor amiga?

Su habilidad gastronómica había aumentado a niveles que él no había pensado que podría y es que se tomó muy en serio sus palabras esa vez que preparó por segunda vez el desayuno para su novio, tenía que aprender para el día en que viviesen juntos y realmente lo estaba haciendo.

Comenzó a tomar los utensilios necesarios y los ingredientes para un buen desayuno.

Estaba a nada de empezar cuándo el sonido de una llamada entrante interrumpió su accionar, el nombre de su novio ocupaba la pantalla y sintió nervios cómo cada vez que Emilio lo llamaba, pero ésta vez esos mismos nervios se duplicaron.

Tomó el aparato y movió el dedo hacía la opción de atender.

- ¿Hola?

- Buenos días, vida mía - la voz del contrario sonó ronca, al parecer recién despertaba.

- Buenos días, bebé. ¿Cómo estás?

- Estoy bien, mí amor, ¿Y tú? ¿Cómo la pasaron anoche?

- Uh... Bien, estuvimos viendo videos de un tal Ed Sheeran que le gusta a Ely y luego puse películas. ¿Y tú? ¿Cómo la pasaste con Leidy? - preguntó caminando de un lado hacía otro.

- Bien, jugamos videojuegos toda la noche y comimos pizza con unas latas de soda. Te extraño, cariño.

Sus mejillas se calentaron, no ayudaba mucho el tono de voz que Emilio tenía por las mañanas.

- Y-Yo también te e-extraño, bebé. - su voz salió temblorosa. - uhm... ¿Emi?

- ¿Si, amor mío?

Tenía que decirlo.

- Necesito hablar contigo de algo importante hoy. Pero no quiero hablarlo aquí en mí casa. ¿Podemos ir a la tuya hoy?

- Por supuesto, vida mía. ¿Paso por tí en unas horas? Yo también quiero hablar contigo de algo importante.

- Uhm... No, no. Iré con Elyzabeth cuándo vaya a buscar a Leidy. ¿Sobre qué quieres hablar tú?

- De acuerdo, precioso. Entonces te veo dentro de un rato. Eso lo sabrás cuándo nos veamos, Bondoni, sé paciente. - dijo riendo con cariño.

- Correcto. De acuerdo, está bien. - respondió demasiado nervioso, él realmente estaba ansioso por ver a su novio y decirle lo que le estaba pasando.

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora