Cap. 67

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— Emilio Osorio. — llamó el doctor al abrir la puerta.

El día anterior había estado toda la mañana haciéndose estudios y análisis con, por supuesto, su prometido, quién no hubo confiado en la palabra del rizado y decidió acompañarlo.

Y gracias a que Elyzabeth hubo ayudado con sólo decirle a su padre que le dé una mano a sus mejores amigos, los resultados estaban a primera hora del día martes; por lo que allí estaban.

— ¿Puedo entrar contigo, Emilio? — cuestionó con un tono tímido y preocupado el castaño mientras juntaba sus manitos.

— Ven, vida mía. Sólo quédate tranquilo, verás que todo está bien.

Suspiró aún con esa mueca de preocupación que no había abandonado su rostro desde que llegaron al hospital.

La pareja entró al consultorio y se sentaron frente al doctor, quién leía los resultados. Levantó la vista y mostró una amable sonrisa.

—Buenos días. Tus resultados ya están listos, Emilio.

— ¿Qué es lo que tiene? ¿Es algo grave? ¿Mí novio se vá a morir doctor? ¿Me voy a quedar sólo para siempre? ¿Lo voy a perder? — interrumpió el castaño levantándose de su asiento y caminando de aquí para allá, respirando con dificultad y sintiéndose tan angustiado que no pudo evitar las lágrimas.

El rizado no tardó en levantarse y caminar hacía él, rodeándolo con sus brazos, intentando tranquilizarlo.

— Tranquilo, cariño. Quédate tranquilo, por favor. No temas.

— Emilio. — lloriqueó moviendo sus manitos de forma repetitiva de arriba a abajo, no queriendo entrar en una crisis.

— Tranquilo, hijo. — habló ésta vez el señor, quién se acercó con el papel de los resultados. — Emilio sólo tiene cefalea en racimos.

Bondoni levantó su vista hacía el doctor alejándose de su pareja y parándose frente a él.

— ¿Qué es eso? —dijo escuchando cómo su novio preguntaba lo mismo.

— Siéntense, por favor. Así podré explicárselos sin problemas. — pidió con amabilidad. — bueno, empezaré por explicarles que es la cefalea en racimos; otros términos también son la cefalea en brotes ó en salvas. Está en la rama de la migraña, digamos que es la hermana. — hizo un gesto con la mano. — No sabemos que es lo que produce que la cefalea se active, porque puede ser por muchos motivos, cómo por ejemplo: el mal sueño; estrés; también puede ser porque los químicos cómo la histamina ó la serotonina se liberan debido a alguna alergia en la zona del nervio trigémino, que se encuentran justo en la ceja.

»— no deben preocuparse por ésto, ya que por supuesto, ésto se cura con un tratamiento, tienes muchas opciones; cómo la oxigenoterapia, ayuda de esteroides ó simples analgésicos. Los medicamentos cómo el sumatriptán ó zulmitriptán son los más eficaces. — terminó diciendo observando cómo los jóvenes se relajaban instantáneamente.

Bondoni dejó escapar un suspiro mientras Emilio buscaba su mano para entrelazarla con la suya y dejar un besito luego.

— Entonces, ¿Sólo con esos medicamentos voy a estar mejor?

Asintió. — Tú puedes seguir con tu vida normal, sólo trata de tener una alimentación balanceada y si bebes alcohol que sea moderadamente.

— Yo lo cuidaré, doctor. — dijo el castaño.

— Te daré una receta para que puedas comprar lo dicho y ya podrán irse a casa. — dijo comenzando a escribir lo dicho y luego de entregárselo al oji-café, estrechó su mano, cuándo quiso hacerlo con Joaquín, éste sólo lo hizo al aire y luego se fueron.

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora