Cap. 64

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Últimos capítulos.










Los días pasaron demasiado tranquilos y sin problema alguno; se habían adaptado tan naturalmente al nuevo cambio, apesar de los nervios que Joaquín tuvo por las dudas que se crearon al no saber si podrían hacerlo y su relación sufriría un momento de crisis; sin embargo, ésto fué todo lo contrario. Emilio se adaptó sin necesidad de discusiones al ritmo de vida de su hermoso prometido; las tazas y platos que utilizaba en las mañanas para desayunar no quedaban en el fregadero, sus cepillos de dientes tenían su propio vasito cada uno y los toallones de cada uno estaban doblados en el pequeño mueble del baño, su ropa siempre estaba planchada y doblada; Joaquín se encargaba de planchar todas sus prendas y él se encargaba de doblarlas. Cómo él se levantaba 2 horas antes para ir a la empresa, era el castaño quién tendía la cama. Osorio se encargaba los lunes, miércoles y viernes de la cena; mientras que Bondoni los días martes, jueves y sábados; y el domingo ambos se ayudaban en el almuerzo y cena.

Pequeñas cosas que para Joaquín eran muy importantes y por supuesto, su chico las respetaba.

Y así pasaron los días hasta que el día de su primer aniversario llegó; hoy era el día y para su suerte tocó un sábado.

Joaquín le había pedido a sus amigos, Elyzabeth y Ethan, a que lo acompañaran al centro comercial para poder obsequiarle a su pareja algo lindo y digno para una fecha tan importante cómo lo era esa fecha.

Por otra parte, Emilio había salido junto a Leidy y su primo Diego para buscar un buen regalo para su pequeño.

El castaño se encontraba caminando por el tercer piso de la tienda departamental; observando vidrieras y pensando que podría comprar. Estaba nervioso y es que ya se habían regalado muchas cosas durante ese año, tanto que no sabía que podría ser más especial que sus anillos ó sus pulseras, ó los cuadros que él había pintado para el mayor.

Suspiró deteniéndose.

— No sé que puedo regalarle. — confesó con un tono triste. — No hay nada que pueda regalarle.

La ojinegra se colocó frente a él.

— Puedes comprarle alguna prenda ó unos tenis.

— Ó puedes comprarle un traje nuevo. — sugirió el pelinegro.

— No, eso no es lindo cómo para un regalo de aniversario. Debe ser mejor que eso, pero no sé qué. — respondió con una mueca triste, poniendo ambas manos en sus mejillas.

Mata ladeó la cabeza.

— Ojitos, puedes comprarle algún collar, ó alguna otra joya.

— ¿Un collar?

Delco asintió de acuerdo.

— Ya le regalaste el brazalete y tienen un anillo de compromiso, sólo faltaría un collar.

— ¿Que tipo de collar?

La ojinegra frunció los labios, pensativa hasta que aplaudió con una alegre sonrisa.

— Puedes comprar uno con un dije lindo que tenga algo grabado, cómo sus nombres ó una frase importante.

— Puedes pedir que escriban sus iniciales ó un dije de corazón que tenga una fotito de ambos. — agregó Ethan.

— Creo que sería más lindo sólo con sus nombres. — intervino la ojinegra. — vamos a la joyería y veamos un collar lindo para Emilio.

— ¿Sólo eso? ¿Y si le regalo algo más aparte? Creo es muy poco para tan importante fecha.

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora