Cap. 69

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"Si lo amas de verdad y crees que dejarlo ir es lo correcto, entonces hazlo. Si él te ama de verdad, volverá por tí."

Las palabras de Leidy aún resonaban en su cabeza, repitiéndose una y otra vez. Después de haber llegado a casa, quiso hablarlo con Joaquín, decirle que aunque se fuera lejos, su amor no moriría y podrían mantener su relación aún a la distancia. Buscó muchas opciones cómo visitarse cada cierto tiempo; hablar todos los días, etcétera. Pero el castaño no quiso hablar de ello, sólo dijo que no aceptaría alejarse de él y Emilip no podía sentirse más culpable por toda esa situación.

Y es que era más que obvio que Joaquín quería hacerlo; quería tener ese trabajo, poder ganarse la vida haciendo lo que más le fascinaba y ahora, por estar atado a él, no podía hacerlo.

Osorio se sentía terrible y sólo quería lo mejor para su bebé, aún si eso implicaba separarse por un tiempo.

¿Sería capaz de aguantar estar sin él? Estaba seguro que no. Pero estaba siendo demasiado egoísta. Su dependencia por Bondoni le exigía pedirle que no se fuera, que no lo dejara; que lo eligiera por encima de todo. Pero su parte racional, sabía que no era lo correcto.

Maldita sea, estaba enloqueciendo.

¿Emilio? — la voz de Joaquín interrumpió su guerra interna, por lo que terminó de secar sus manos y se giró, apoyándose contra la isla.

El menor se había dado cuenta de lo silencioso que el rizado se encontraba después de haber querido hablar nuevamente sobre la propuesta de los 2 artistas le dieron y él sólo respondió que no lo aceptaría. Emilio no sonrió ni siquiera una vez y eso le hacía doler mucho su pecho, sentía ese ardor insoportable en su garganta y hubiera deseado no haber tenido esa propuesta.

— ¿Qué pasa, cariño? — preguntó, forzando una débil sonrisa antes de acercarse a él.

Ladeó la cabeza, sin borrar su mueca de angustia.

— ¿Estás enojado conmigo?

No dudó en rodearlo entre sus brazos y besarle la frente.

— Jamás me enojo contigo, vida mía, ¿Porqué lo estaría?

Frunció el ceño alejándose del abrazo.

— No me has hablado en toda la tarde y en la cena ni siquiera me miraste, Emilio. No sonríes de verdad, ¿Porqué no me dices la verdad? — cuestionó, los ojos ámbar viéndose más brillosos por las lágrimas.

Suspiró rendido. — Vamos a la sala, precioso. — pidió comenzando a caminar hacía el lugar dicho mientras el menor lo seguía por detrás. Una vez que ambos estuvieron sentados en el sofá, se acomodó de costado de modo que pudiera ver el rostro ahora afligido de su bebé. No dudó en quitar las lágrimas que bajaron por las mejillas del castaño con sus pulgares. — Estoy algo shockeado aún por la noticia que me diste, Joaquín. Ésto es algo importante para ambos, no quiero que pierdas ésta opor-...

— Te dije que no me iría, Emilio. No voy a aceptar, no me importa si es lo que quise siempre, ahora te tengo a tí y no pienso dejarte por ésto. — interrumpió mostrándose molesto. — ¿Porqué quieres que me aleje de tí ahora? Tenemos planes, vamos a casarnos en Abril.

— No es que quiera que te alejes de mí, Joaquín. No quiero eso, pero me siento culpable por ser yo la razón de que dejes ir ésto. Te he dicho que tenemos muchas opciones para no terminar con lo nuestro; y mucho menos he dicho que nuestro matrimonio iba a cancelarse. Sólo será por un tiempo hasta que ambos nos acomodemos con nuestros horarios y luego-...

¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora