Cap. 16

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Emilio abrió sus ojos en sorpresa antes de sonreírle y revolotear ambas manos sobre su rostro ahuyentando las lágrimas.

— E-estás sonriendo... Estás... Estás... ¡Quín, sonreiste! — chilló de felicidad mientras se destapaba y se ponía de rodillas sobre la cama.

La sonrisa de Joaquín se borró antes de abrir sus ojos y levantarse de la cama.

— ¿Lo hice? ¿Sonreí?

— ¡Lo hiciste! — el rizado aplaudió. — y es la sonrisa más hermosa que he visto en mí vida.

Las mejillas contrarias volvieron a sonrojarse antes de que comenzara a caminar de un lado a otro.

— Lo hice, sonreí, ¡Sonreí, Emilio! ¡Y lo hice muy bien! — comenzó moviendo su manito sin parar. — creí que no lo haría, digo, yo nunca sonrío, eso es algo nuevo, es cómo que sonreí cómo normalmente, no tuve que esforzar nada, no hice nada, pero sonreí.

Emilio soltó una risa mientras veía al chico.

— Lo hiciste muy bien, amor.

— Esos son apodos de novios, Leidy le dice "amor" a Elyzabeth ¿Eso quiere decir que soy tu novio?

— Uh... ¿No? Digo, no somos novios, Quín. — el menor hizo una mueca triste mientras bajaba su cabeza y se apresuró a querer remediarlo. — no lo somos, aún.

— ¿Aún? ¿Entonces..-

Salió de su cama y se acercó al castaño.

— Te quiero, Joaquín. — comenzó. — y... Sé que tu padre dijo todas esas cosas, que para mí son horribles y no debió decirlas nunca, porque cree que nunca podríamos ser... Uh... Novios, pero primero debemos ser amigos, ¿Entiendes?

— ¿Primero hay que ser amigos para poder ser novios? — cuestionó ladeando la cabeza.

— Así es, Quín. — sonrió. — debemos... Debemos hablarlo y conocer todo del otro primero. Tú debes confiar en mí y yo en tí, además de que... Bueno, primero tu padre tiene que aprobarme y confiar en que estaré contigo de verdad.

— No importa lo que papá piense, Emilio. — dijo el castaño aún sin borrar aquella mueca de disconformidad. — papá piensa que nadie vá a estar conmigo nunca.

— Eso es una idiotez que tú y yo vamos a borrar de su mente ¿Está bien? — el muchacho asintió. — haremos ésto bien, Quín.

— Entonces... ¿Seremos amigos, sólo amigos?

Emilio suspiró y luego asintió.

— Sólo será por un lapso corto de tiempo, lo prometo.

Joaquín pareció querer decir algo, abrió su boca y jugó con sus dedos, pero luego apretó sus labios y asintió.

— Está bien, Emilio.

— Hey. — llamó haciendo que el menor levantase la mirada y aunque ésta no estaba fija en sus ojos, se conformaba con ver aquellos hermosos ojos ámbar. — te quiero, Joaquín.

— Y yo te quiero a tí, Emilio.






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¿Puedo Abrazarte?  // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora