Era una situación muy incómoda para mí. Estar sentados en el comedor real con esta familia tan callada y aburrida, superaba mi tranquilidad. Al menos los Hayden se preguntaban cómo estuvo el día o quién preparó la carne asada, pero aquí, aquí ni siquiera eso. ¿Por qué los de la familia real tienen que estar sumidos en la perfección? La perfección es aburrida.
El rey fue muy amable en pedirnos nuestra presencia en la cena, obvio, quería hablar con mi padre de asuntos políticos que yo no entendía nada. ¿Por qué yo también tenía que estar incluida? Mi hermano sí, es el heredero de la familia, tiene sentido que se quede, ¿pero yo?
En esta incómoda mesa estábamos el rey, el príncipe Carlos, mi padre y hermano, la reina y finalmente su hija.
Carlota Hedwing era posiblemente una de las mujeres más bellas del reino, con su cabello castaño y ojos color café; pero, lo más llamativo de su rostro, definitivamente era aquel lunar en el lado izquierdo de la barbilla. Ella era otro personaje antagónico de la novela, Carlota se oponía a la relación de su hijo con Emma y manipuló psicológicamente a Sol para incitarla a destruir la vida de Emma.
Luego está esa niña que no soporto.
Beatriz Hedwing, de siete años, poseedora del cabello de su madre y los ojos azules de su padre. Su actitud tan narcisista y fatua me hostigó en diversas ocasiones. Beatriz es una de las rivales del amor de la protagonista, puesto que amaba a uno de los hombres que se enamoró de Emma: Leonardo Campbell, un conde que se dedicaba a manejar minerías. Beatriz se enamora de Leonardo, lo que hace que odie igual o más a la protagonista que Sol.
Ella es la causante de muchas tragedias, por ejemplo, la muerte de cierto marqués. En un intento de envenenar a Emma acaba matando a un inocente; también debido a que estaba cegada por sus celos trató de asesinar a Leonardo, lo quería solo para él, si él no la quería, entonces debía morir, eso pensaba Beatriz.
Eso sí es un personaje malvado, pero se mantuvo viva hasta el final, ¿por qué? ¿Sol murió y esta se quedó con vida? Me parece tan injusto.
—Padre, madre, invitados, hay algo que me gustaría pedir. —rompió el incómodo silencio el príncipe Carlos.
—¿Qué ocurre, Carlos? —interrogó su padre.
—Quisiera el permiso de padre para ello. —Carlos se veía determinado.
—¿Qué quieres? —Esta vez fue su madre.
—Señorita Sol —el joven príncipe se levantó y caminó hasta mi asiento. Se arrodilló, poniendo una de sus rodillas en el suelo—; si me permite, señorita Sol Hayden, ¿le gustaría ser mi prometida?
—¿Eh? —Fue todo lo que pudo salir de mis labios.
Todos en la mesa también estaban en shock, incluyéndome, esto no debía pasar así, ni siquiera sabía que ellos podían pedirlo de esta forma. Se supone que a Sol y Carlos los comprometen a petición del rey, ¿qué rayos? ¿Qué cambió?
La reina se aclaró la garganta.
—Carlos, siéntate, estamos comiendo, no es momento de hablar sobre estos temas. Si quieres un compromiso habla con tu padre sobre ello, a solas. —mencionó la reina.
Todos volvimos a comer y nuevamente se formó un incómodo silencio.
Yo seguía atontada.
Al concluir la cena nos reunimos con el rey en su despacho.
—¿Qué le parece la petición de mi hijo, duque Hayden? —preguntó el rey a mi padre.
—Por supuesto, tengo en claro que un compromiso entre el Príncipe Heredero y un miembro de la familia Hayden beneficiaría mucho al reino —comenzó mi padre—. Pero, no debemos olvidar que son sus vidas, por lo tanto, ellos son los que deben decidir si comprometerse o no.
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La Villana Merece un Final Feliz.
Fantasy¡A la basura el amor y los sentimientos! Si me traicionan no tengo por qué perdonar a nadie. ¿Qué soy? ¿Un Dios que perdonará todos los pecados? Un día desperté en el cuerpo de la villana de la última novela que leí. Soy la hija de un duque, tengo b...