35- Rey y reina

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Antes de este capítulo subí otro. Al parecer wattpad no notificó.

(***)

Melissa Crane:




Jennox se recompuso, iracundo. Detalló mi rostro, buscando qué me pasaba. Estaba tan sorprendido que su boca quedó abierta. Ares, por otro lado, no lucía alterado o sorprendido. Se había dado cuenta —tal vez desde que entró a la sala del trono— que yo no estaba bajo el control de Jennox.

—¿Cómo es que tú…?

—Te lo explico —me adelanté—. Digamos que descubrí que las maldiciones no funcionan conmigo.

Porque no pertenezco a este mundo. Soy una especie de milagro.

Ares soltó una risilla.

—Ahora presumirá de eso toda su vida.

—¡Te oí!

Me alegraba volverlo a ver. Algo lucía diferente en él. Tal vez se trate de mi imaginación, pero hay un brillo en su mirada que antes no noté. Luce más maduro.

—Me dan asco —escupió Jennox, haciendo ademán de lanzarme un hechizo.

—Ni siquiera lo intentes, ¿te recuerdo que esta corona no solo me protege, sino que devuelve los ataques mágicos? Recibirás tu propio hechizo, tonto.

Él lo sabía, de eso no cabía duda.

—Bien, jugaré con ambos al mismo tiempo.

Jennox se multiplicó.

Si un Jennox era un dolor de cabeza, imagínense dos.

Jennox A fue hacia Ares, y Jennox B vino hacia mí.

¿Qué planea hacer?

—Es cierto que los hechizos no funcionan, pero solo los ofensivos, no los de trampa.

Su magia me hizo caer en una telaraña. No podía mover un músculo.

—Esa es la debilidad de los no magos, no pueden hacer nada.

Intentó arrebatarme la corona.

Un ataque de electricidad lo obligó a retroceder. Le sonreí con burla.

—¿Te digo algo? En estos meses que he estado aquí, fingiendo estar bajo tu hechizo, aprendí muchas recetas para crear barreras protectoras. Esta la hice para los ladrones que quieran quitarme mis cosas.

—¡Esa corona es mía!

Enarqué una ceja.

—¿Ah sí? A ver, quítamela.

Sabía que este Jennox solo era una copia. Ares luchaba contra el original, el cual daba más problemas. Ambos tenían un intercambio de ataques que, si fuera una película de acción, me hubiera parecido maravilloso.

El rey Ares combinaba su esgrima con su magia, y Jennox hacía lo mismo.
Pude percatarme que Ares no solo empleaba la magia ardiente, también hizo hechizos de ilusión y contrarrestaba los ataques oscuros de Jennox con magia santa.

La Villana Merece un Final Feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora