Todo se volvió confuso de repente. La oscuridad es todo lo que recuerdo después de haber dicho en voz alta mis sentimientos por Ares. Sentía mi cuerpo pesado y entumecido. Abrí mis ojos y me abrumó la poderosa luz de la lámpara, me hizo lagrimear y me vi obligada a estrujarme los párpados. Pestañeé repetidas veces y vi todo borroso. ¿Qué me pasó? ¿Ares me besó y me desmayé de emoción?
Entonces caí.
—¿Una lámpara? —miré el techo y sí, había una lámpara, no un candelabro, sino una lámpara moderna. El techo también me era conocido y temí lo peor.
Miré a mi alrededor. Estaba en mi casa, no en la mansión de los Hayden, sino en mi antiguo hogar.
En mi casa…
Y en mi mundo…
Me puse de pie y mi presión arterial bajó, provocándome un mareo. Abrí las ventanas esperando que sea una especie de alucinación. Era mi calle, mi barrio. A pesar de la penumbra de la noche, pude verlo con claridad. ¡Estoy en mi mundo!
¿Por qué? Pensé que si le decía a Ares lo que sentía regresaría a mi cuerpo, no a mi mundo. Si lo hubiera sabido, yo no…
Maldije. No sé qué hubiera hecho, pero regresar no sería una opción. Este mundo ya no tiene nada que ofrecerme.
Para empezar, por qué fui a aquel mundo. ¿Fue una obra de dios? ¿O un castigo del diablo?
Mordí mi dedo pulgar con frustración. Piensa. Piensa. ¿Qué pudo pasar? ¿Qué hora es?
Vi mi teléfono en el suelo, tenía rota la pantalla. Lo recogí y me fijé en la fecha y hora.
Son las nueve y cuarenta y ocho, del 29 de noviembre de 2016.
Es la misma fecha.
Es el mismo día que fui a ese mundo. Lo recuerdo porque el día anterior había tenido una cirugía. He estado nueve años en ese mundo, pero aquí no ha pasado ni un día.
Volví a mirar de un lado a otro.
Este lugar está justo como lo dejé. Parece como… si todo hubiera sido un sueño.Un miedo me invadió y rápidamente descarté la idea.
Los sueños se olvidan, al menos la mayoría. Pero yo recuerdo todo lo que ha pasado en estos nueve años. No fue un sueño. Mi vida como Sol Hayden no fue un sueño, eso es seguro. Yo sí fui a ese mundo. Solo tengo que saber cómo regresar.
Una notificación me obligó a mirar mi teléfono. Era una noticia de “Bajo los rayos del sol”, la editorial publicó un anuncio. Pulsé el link y fui directo a la publicación. Ahogué una exclamación. Decía que se había encontrado un borrador del epílogo de la historia en la vieja computadora del autor. A las doce lo publicarían.
El epílogo. El verdadero final de la historia. Por fin conoceré la verdad.
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La Villana Merece un Final Feliz.
Fantasia¡A la basura el amor y los sentimientos! Si me traicionan no tengo por qué perdonar a nadie. ¿Qué soy? ¿Un Dios que perdonará todos los pecados? Un día desperté en el cuerpo de la villana de la última novela que leí. Soy la hija de un duque, tengo b...