¿Serás feliz? ¿Es un sentimiento agradable? ¿Parece un hombre capaz? ¿Al fin encontraste a tu amor verdadero?
¡NO FASTIDIEN!
Ese que iba a ayudarme a ser feliz, que provocó en mí un sentimiento agradable, aquel "hombre capaz", que era mi amor verdadero. Ese infeliz está ahora mismo, ante mis ojos, desnudo en nuestra cama con otra.
Y si fuera cualquiera, no, con mi jefa, es que, ¿dónde tiene metido este idiota el orgullo?
"No es lo que piensas Melissa".
Mentira.
"Amor, te puedo explicar, estoy seguro que vas a entender".
Mentira.
"Tú sabes que yo..."
También es mentira. Todo lo que salga de los labios de una persona que me traicionó, para mí, es mentira.
No los perdonaré, jamás lo haré, ¿por qué debería hacerlo? Criaturas inmundas. Ambos deberían morirse, él por haberme traicionado y ella, por haberle seguido el juego.
No, mejor que no mueran, si están muertos no podré ver sus rostros retorcerse de desesperación. Quiero que sufran, los dos.
Por eso lo hice...
Me volví directora del hospital al descubrir los asuntos ilegales de la zorra de jefa que tenía; e hice que mi "amor verdadero" se quedara sin un centavo; al final, vino a mí, suplicándome.
—Por favor Melissa, necesito dinero, por favor. Ya no puedo cubrir los gastos del apartamento, me echarán si no pago pronto. —El muy imbécil estaba arrodillado, a punto de poner su cabeza en el suelo.
—Muy bien —le respondí. Procedí a levantarme de mi asiento y me puse frente a él, le enseñé mi zapato de tacón—, lámelo.
Me miró como preguntando si hablaba en serio, pero lo hacía, muy en serio. Él al notarlo tragó saliva, e hizo lo que le ordené.
Gracioso, esto es muy gracioso y divertido. El hombre que se atrevió a engañarme, está ahora mismo lamiendo mi zapato como si fuera un perro, sí, eso es lo que es, un asqueroso perro.
—¡Largo de aquí! ¡Ya no me sirves! —Me di la vuelta.
—Espera Melissa, ¿¡pagarás mis deudas, no!?
—¿Por qué debería hacerlo? —Lo miré de manera arrogante—. Tú no eres nada mío. Ya no me sirves, me diste lo que quería, ahora lárgate.
—¡Eres una zorra Melissa! —Se iba a acercar a mí con intención de atacarme, pero un chasquido de mis dedos hizo que los guardias de seguridad lo detuvieran.
—¿Ya lo ves? No tengo que moverme para encargarme de ti. Sal de mi vida y nunca vuelvas.
—¿Por qué? ¿¡Por qué tuviste que cambiar!?
—"¿Por qué?" —Solté unas leves risas al escuchar su interrogante—. Llévenselo, que no vuelva a entrar, tiene prohibido el ingreso al hospital.
Se lo llevaron, finalmente. Ya se había ido, de una vez por todas, el mayor error de mi vida.
(...)
—¡Ah, es una estúpida! —Tiré mi móvil al sillón por el enojo—. ¡No puedo creer que exista una protagonista así de idiota!
Tomé mi teléfono tras calmarme para continuar con la lectura.
La novela de romance fantástico del momento, "Bajo los rayos del sol". Me estoy quejando del personaje que más odio de la novela, la protagonista, Emma Collins. Es un personaje realmente irritante.
Sé que normalmente la protagonista se gana el amor de los lectores, pero en mi caso no es así.
Odio a la protagonista. Primero está enamorada del rey del Reino de la Lluvia; dos capítulos después, de la nada, a primera vista, se enamora del príncipe del Reino del Sol. Detesto el cliché del amor a primera vista, eso no existe, por favor sean realistas. Pero eso no es malo; vale, es una imbécil que no amaba nada al rey del Reino de la Lluvia si solo bastó una cara nueva para olvidarlo; pero lo que odio es que, de todos los hombres de los que se pudo encaprichar, acabó enamorándose de un hombre comprometido.Así es, el príncipe del Reino del Sol: Carlos Federico Hedwing, es el heredero en la línea del trono. Su personaje es el típico príncipe perfecto e inalcanzable, es decir, normal y aburrido. Hubo muchos hombres que pudieron seducir a Emma, pero tuvo que ser justamente Carlos, un tipo con un compromiso —nos salió rompe hogares la Emma.
Y está comprometido con mi personaje favorito en la novela, el mejor personaje de todos: la villana, Sol Hayden.
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La Villana Merece un Final Feliz.
Fantasy¡A la basura el amor y los sentimientos! Si me traicionan no tengo por qué perdonar a nadie. ¿Qué soy? ¿Un Dios que perdonará todos los pecados? Un día desperté en el cuerpo de la villana de la última novela que leí. Soy la hija de un duque, tengo b...