Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
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La polla de Christian lleva casi una hora dentro de ella cuando por fin se acuerda de que Max tiene la regla.
Está profundamente dormida; lo necesita, tiene que madrugar para coger un vuelo y luego toca trabajar, trabajar y trabajar en cuanto aterriza. Christian no quiere despertarla, y él mismo está más que cómodo, así que cierra los ojos y echa cuentas mentalmente en lugar de darse la vuelta para coger el móvil de la mesilla y confirmarlo.
No es un fetiche. Los calambres menstruales de Max son tan fuertes que apenas puede correr sin un suministro constante del tipo adecuado de analgésicos, terapia de agua caliente, masajes intensivos y copiosas cantidades de orgasmos, por supuesto.
Llevar un registro del ciclo menstrual de Max en su calendario es el tipo de cosa que cualquier buen director de equipo haría por su piloto estrella.
Christian cuenta hacia atrás hasta la última vez que tuvo a Max retorciéndose de dolor en su cama, en posición fetal, con los dedos dentro de ella y una toalla oscura bajo las caderas. Debería haber sido el último día de la regla, se da cuenta, lo que significa que no sólo llega tarde, sino que llega tarde.
Christian siente que se le vuelve a poner dura dentro y reprime un gemido entre su pelo enmarañado. Ya se había corrido tres veces: una con ella montada sobre él, otra con ella boca arriba y, por último, así, acurrucado mientras ella se dormía. No esperaba volver a follársela, no a su edad, pero la idea de que pudiera estar embarazada le hace sentir como si tuviera diecinueve años otra vez.
Ella no va a quedárselo, por supuesto. Christian se lo dirá por la mañana, y hará todos los arreglos necesarios para mantener las cosas discretas para que ella pueda correr en el resto de la temporada y ganarle un campeonato. Pero eso no hace que la realidad actual sea menos potente.
Max no tiene el sueño ligero, pero Christian sabe que no puede follársela como realmente quiere sin despertarla, así que se queda dentro de ella por el momento y exhala pequeños gemidos silenciosos contra su espalda mientras aprieta suavemente la polla dentro de ella.
Se siente bien, incluso sin la fricción que tanto desea. Ella siempre está tensa, incapaz de relajarse del todo ni siquiera cuando duerme, y él siente cómo su coño se agita a su alrededor cada vez que él se mueve un milímetro. Cree que podría correrse así, pero no es lo que realmente desea.
Christian espera hasta el último segundo antes de correrse con un grito ahogado que resuena en el silencio. Se tumba boca arriba y espera, escuchando el ritmo constante de la respiración de Max, tranquila e ininterrumpida. Con cuidado, se separa de las sábanas y se levanta de la cama, acariciándose la polla contra el vientre mientras da vueltas hacia el otro lado, donde Max está acurrucado.
Tarda unos minutos en poner a Max en la posición que quiere sin despertarla. Enciende la lámpara de la mesilla de noche en su posición más baja, queriendo más iluminación que la luz de la luna llena que entra por la ventana del dormitorio. Le baja las sábanas hasta los pies, que quedan recogidos a los pies de la cama. Con cuidado, la pone boca arriba, con los brazos por encima de la cabeza y las piernas abiertas para que pueda ver el centro húmedo, donde aún está abierta por su polla. Hay semen seco en los bordes de su coño, y eso hace que Christian reprima un gemido contra el dorso de su mano.
Christian no es el único que se la está follando, pero sabe que ha pasado tiempo, quizá el suficiente como para que sea su bebé quien esté en su vientre. La idea le aprieta las pelotas contra el cuerpo, y la polla en la mano palpita de forma casi dolorosa. Casi desearía poder mandarla a la mierda el resto de la temporada, mantenerla aquí, en Oxfordshire, mientras se hace grande y redonda con su hijo. Se la follaría sin parar, hasta el momento en que estuviera lista para estallar.
Tal vez algún día lo haga, piensa Christian mientras se folla frenéticamente su propio puño, contemplando el suave vientre de la mujer, aunque no haya nada que él pueda ver... todavía no. Tal vez, cuando termine definitivamente con la Fórmula 1, vuelva a dejarla embarazada y le haga tener una camada de niños. Ponerlos en los karts una vez que tengan edad suficiente, de la misma manera que Jos hizo con ella. Eso es lo que hacen con los caballos de carreras retirados, ¿no? ¿Usarlos como reproductores?
Christian sube con cuidado a la cama y se arrodilla sobre ella mientras se desnuda aún más rápido. Vuelve a estar cerca, puede sentirlo, pero después de evitar la liberación una vez, se le escapa por segunda vez, lo que le desespera aún más, el agarre de su polla es tan fuerte que duele.
Christian tiene visiones de pintar el vientre de Max de blanco con su semen, pero cuando su orgasmo finalmente lo inunda, sólo unas gotas de semen acuoso salpican la piel de Max. Christian suelta un gemido de decepción, e inmediatamente se deja caer para volver a meterse la polla en el coño de Max antes de que pueda ablandarse.
Max da una pequeña sacudida debajo de él cuando el peso de Christian cae de repente encima de ella.
"Mierda, lo siento, no quería despertarte", dice Christian, levantándose con cuidado de nuevo para poder mirarle a la cara sin separarse de ella.
"Está bien", dice Max con sueño. "¿Qué hora es?"
"Todavía tienes unas horas", la tranquiliza Christian.
Duda un momento, pensando que debería decírselo ahora. Sería lo correcto, lo responsable. Ella podría hacer sus preparativos en Bélgica con su madre a su lado y volver con él cuando todo acabara.
"¿Christian?" Max dice, sonando un poco más despierto ahora. Ella debe haber visto el conflicto en su cara. Siempre fue demasiado buena leyendo a la gente. "¿Está todo bien?"
Christian fuerza una sonrisa. "Por supuesto, cariño. Vuelve a dormir".
Aún tienen tiempo de sobra.
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Nota: Christian fantasea con dejar embarazada a Max en lugar de ayudarla a abortar y, al final, decide ocultarle la información sobre su embarazo, al menos temporalmente. El final (en cuanto a si le cuenta o no lo del embarazo y cuándo lo hace) es indefinido.
