Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
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Miró su teléfono al oír el ping de una notificación
Landonorris está jugando a Escape From Tarkov.
Cerró el libro y se levantó de la cama. Fue a la sala de estar, se sentó en el sofá y encendió la televisión para ver la transmisión de sus amigos.
Todo fue bien. Ella se reía, estaba contenta de que él pareciera feliz. Se lo estaba pasando bien y eso la hacía feliz.
Todo iba bien hasta que ella apartó la vista un segundo y le oyó gemir. Rápidamente miró a la pantalla para verlo sonreír.
Ella no pensó mucho en ello, ya que pensó que había oído mal, pero se puso furiosa cuando lo hizo de nuevo.
Esta vez, estaba segura de haber oído bien. Cogió su teléfono, fue a la aplicación de mensajes y encontró su número.
Detente.
Vio que él había visto el mensaje, pero siguió de todos modos.
Te lo advierto, Norris
Él siguió ignorando sus mensajes y siguió gimiendo en el micrófono.
Esto tiene grandes consecuencias, Lando.
Sí, claro, no estaban saliendo, pero él era sólo para ella. Era suyo, y él lo sabía.
Salió hacia su coche y llegó a casa de Lando, justo a tiempo para que él terminara la transmisión. Salió a la cocina viendo a su amigo muy enfadado apoyado en la encimera
"Oh, hey ¿Cuándo has llegado?" Pregunto colocando su taza en el fregadero y salio de nuevo
"No me digas 'Oh, hey'. Sabes lo que has hecho mal" Le dijo mientras le agarraba de la muñeca para girarle y que se pusiera frente a ella
"No tengo ni idea de lo que estás hablando" Él sonrió tratando de darse la vuelta, pero sus manos lo agarraron con fuerza y lo empujaron contra la pared más cercana con brusquedad
"Sabes exactamente por qué estoy enfadada. No intentes hacerte el inocente" Se quejó de sus palabras mientras la miraba "¿Qué? ¿Ya no eres tan bocazas, Norris?" Ella dijo seductoramente mirándolo
"Lo siento, amor" gimoteó poniendo sus manos en la cintura de ella. La acercó para besarle la mejilla
"No intentes disculparte" Ella le tiró del cuello de la camisa y le arrastró hacia su dormitorio "A ver si esta vez sabes escuchar. Quítate la ropa, el culo al aire y la cara contra la almohada" Obedeció rápidamente
En un tiempo récord, estaba desnudo y tumbado con el culo al aire y la cara en la almohada. Giró la cara hacia un lado para mirarla de pie a su lado
"Por favor, no seas tan dura conmigo" le dijo.
"Te daré lo que te mereces, Ian" Se estremeció cuando su mano fría bailó ligeramente a lo largo de su espalda. Su mano se posó en su culo.
Agarró las sábanas con fuerza, preparando el dolor del impacto que iba a recibir. Pasó un segundo antes de que sintiera que la mano de ella abandonaba su culo. Ella volvió a poner la mano en su culo
