Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
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"¡Tú, tú, tú eres una chica! Una... ¡una mujer!" Charles finalmente se queda boquiabierto y la mirada que Max le lanza podría derribar un edificio.
"Bien visto, gilipollas", no, no, joder, no, sisea ella en respuesta y vale, Charles piensa que es perfectamente razonable sentir que sus rodillas se doblan ligeramente contra la pared de la habitación del chófer de Max.
La habitación a la que había acudido para regañar a Max por golpearle contra las barreras en el segundo entrenamiento. La habitación cuya cerradura estaba claramente rota porque Charles había sentido que se enganchaba pero había entrado lleno de ira y justicia propia de todos modos sólo para encontrar esto.
Max Verstappen en sujetador deportivo y bragas y una expresión atronadora con unos vaqueros nuevos en la mano.
"Necesito sentarme".
"Tienes que irte a la mierda", sisea Max, pero para ser justos, ella no hace ningún movimiento para echar a Charles, sino que coge una silla y la empuja firmemente bajo el picaporte de la puerta para evitar otra invasión mientras Charles casi se desploma sobre su camilla de masaje. Luego se mueve furiosamente a su alrededor para ponerse los vaqueros, la camiseta y el forro polar.
Charles se queda mirándole el pecho. No es ni mucho menos grande y con el voluminoso forro polar no parece muy diferente de lo normal. Pero no pasa mucho tiempo mirando el pecho de la chica intentando averiguar si está viendo pectorales o tetas, así que eso es lo que hay.
Dios santo.
No obstante.
"¿Cómo es que nadie se dio cuenta?"
"¿Quién iba a darse cuenta?" Max pregunta amargamente, "Yo, por supuesto, no existo como persona, Charles. Soy simplemente un piloto de carreras y mientras consiga puntos y trofeos y campeonatos no hay nada que notar."
"¡Pero esto lo cambia todo!"
"No cambia nada."
"Hay chicas en todo el mundo 'opando que un día podrán y.... ¡tú ya lo has hecho! Y claro que existes como persona, ¿qué coño significa eso?".
"Sabes lo que significa", responde Max sombríamente y lo sabe y se odia a sí mismo por estar seguro de ello también. Jos Verstappen nunca habría llevado a una hija a la cima de la Fórmula 1, así que creó al hijo que necesitaba.
Y aparentemente borró la humanidad de Max en el proceso: "¿Tu nombre es Max?".
"Sí. Incluso legalmente. Sólo tuve que cortar el final como con mi pelo".
Y es escalofriante lo tranquilo que está Max con todo esto.
"Los que tienen que saberlo, lo saben y los que no fingen que no está pasando porque uno de nosotros colándose por la puerta era demasiado. O lo era", dice Max y finalmente su tono se suaviza y su mirada se desliza hacia el suelo, "Tal vez ahora con las academias y las carreras. Ahora hay muchas ....girls. No sé".
Dice chicas como si fuera reacia a contarse entre ellas. Charles sigue intentando asimilarlo todo. Los recuerdos pasan por su mente. Cortes de pelo horribles. Mejillas redondas. La forma en que Max nunca quiere que le vean sin su gorra. La forma en que los hombros siempre se encorvan como si trataran de ocultar lo que un sujetador deportivo podría estar fallando. Lo suave que siempre ha sido la voz y... encaja.
Dios, Charles no quiere que le quede bien.
Echa un vistazo a la habitación y ve algo que se parece vagamente a un sujetador, pero más ajustado, en el montón de ignífugos de Max. Una carpeta, le dice su mente.
Más recuerdos parpadean en los párpados de Chalres y el horror le revuelve el estómago: "Siento que debería disculparme por muchas cosas de las que... he dicho y hecho... pero también que me parecen... injustas para ti porque quieres que te traten igual. O querías. Me refiero al Max que conocí..."
"¿Y si no deberías haberlas dicho delante de mí sabiendo que era una chica, entonces quizás no deberías haberlas dicho en absoluto?"
Él conoce ese tono. Max le está tomando el pelo, así que quizá la situación se pueda salvar.
"Sí. Eso".
Max se está poniendo un abrigo. Grande y voluminoso y ocultando todo lo que podría delatarla.
Charles nunca ha odiado tanto una prenda de vestir en su vida y no está listo para inspeccionar por qué.
"Ya me voy. Por supuesto, puedes quedarte hasta que te hayas calmado. Además, hoy no ha sido culpa mía. Además, si alguien se entera de esto sabré que fuiste tú y eso no te gustará. En absoluto".
Y entonces se fue y Charles se quedó tumbado en su camilla preguntándose por qué no podía haber esperado.
La ignorancia era... bueno, era más fácil que lo que sea que esté pasando ahora en su cerebro.
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