¤¸¸.•'¯'•¸¸.•..>> 𝑳𝒖𝒍𝒍𝒂𝒃𝒚 <<..•.¸¸•'¯'•.¸¸¤

1.2K 21 0
                                    

"¿Mamá?"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¿Mamá?"

La voz áspera de tu hijo, aunque apenas es más que un susurro, te saca de un profundo sueño y, cuando abres los ojos y te giras sobre un costado, lo ves de pie en el umbral de la puerta, sin que el tenue resplandor de la luz del pasillo, que se activa con el movimiento, llegue hasta tu dormitorio. Un rápido vistazo al despertador te dice que son casi las tres de la mañana y que no se acerca a la hora a la que él suele levantarse, que no es hasta dentro de cuatro horas o así.

Incluso después de que tus ojos se hayan acostumbrado un poco más a la oscuridad, sigues sin poder distinguir sus rasgos, así que coges el interruptor de la luz de noche de tu lado de la cama, frunces las cejas y algo te da un vuelco el corazón cuando ves lo angustiado que parece cuando se enciende la luz. Tiene el pelo rizado de color castaño oscuro, bastante rebelde en un buen día, revuelto en todas direcciones, los pantalones del pijama retorcidos, el peluche de Flounder junto al pecho y, por la forma en que asoma el labio inferior, te das cuenta de que está a punto de llorar.

"¿Estás bien, colega?", le preguntas en voz baja.

Callum niega con la cabeza y su labio inferior empieza a temblar, así que te levantas de la cama y lo coges en brazos en cuestión de segundos. Se echa a llorar, con grandes sollozos que te indican que, fuera lo que fuera, debía de ser muy malo.

Lo abrazas más fuerte mientras te levantas y vuelves a la cama en silencio. Cuando te sientas en el borde, él se acurruca en tu regazo, con la cabeza escondida bajo tu barbilla. Sigue llorando, pero menos que antes, y después de besarle la parte superior de la cabeza, con sus rizos haciéndote cosquillas en las mejillas, dejas que tu cabeza descanse sobre la suya y respiras hondo varias veces, esperando que te siga.

Se oye un movimiento detrás de ti, pero no le prestas atención porque estás demasiado concentrada en el hombrecito que tienes en el regazo. Los dedos de su marido revolotean entonces contra la piel de la parte baja de su espalda, su forma de hacerle saber que está ahí sin interrumpir el momento, y este gesto aparentemente sin importancia significa para usted más de lo que él nunca sabrá.

Vuelves a centrarte en tu hijo y le das otro beso en la cabeza: "¿Otra pesadilla, cariño?".

Asiente con la cabeza: "Los malos... Los malos vinieron a casa, mamá, y...". "Y se llevaron a Nemo y..."

Vuelven las lágrimas, así que lo abrazas más fuerte y lo meces suavemente de un lado a otro: "Tranquilo, Cal". Esperas a que asienta con la cabeza antes de continuar: "Fue un mal sueño, cariño. A veces ocurren. Pero te prometo que Nemo sigue aquí porque..." Te arriesgas a mirarle por encima del hombro antes de decirle: "Papá nunca dejaría que le pasara nada a Nemo, ¿vale?".

Daniel responde con un gemido y un "Esa tortuga me va a matar algún día". Sin embargo, no crees que Callum le haya oído, así que te ríes en voz baja del dramatismo de tu marido.

One Shots ft. F1 Driver'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora