Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anoche había vuelto a ser una de esas noches. Donde se había calentado entre ellos, pero Charles quería parar antes de que se metieran demasiado en el acto.
Ella estaba triste de que él quisiera parar, pero respetaba si era porque él quería esperar hasta el matrimonio
A pesar de que nunca habían intimado, o el hecho de que nunca lo había visto sin camisa, no importaba, ella lo amaba desde el fondo de su corazón. Nunca había amado a nadie tanto como a él.
"Bebe, siento lo de anoche". Él se acercó por detrás y la abrazó por la cintura mientras escondía la cara en el pliegue de su cuello.
Ella se dio la vuelta para mirarle "No pasa nada, Charles" Le besó los labios antes de que pudiera protestar "Entiendo que quieras esperar" Le aseguró
"No, no quiero esperar" Su cara tenía una expresión confusa mientras él hablaba "No quiero esperar, es sólo que..." Sus palabras se desvanecieron mientras miraba al suelo
Su mano fue a la mandíbula de él, haciéndolo mirar hacia ella "¿Qué, Char?" Su voz era suave mientras le hablaba
"Nada. Es una estupidez. Olvida lo que he dicho" Estaba a punto de darse la vuelta y marcharse, pero ella tiró de él.
"Nada de ti es estúpido, nena" Ella le acarició la mejilla mientras hablaba y lo miraba a los ojos
"Es sólo que... no sé... tengo miedo de que no me mires de la misma manera después" Los ojos de él volvieron a caer al suelo, temeroso de mirarla a los ojos
"Charles, si se trata de que te sientes inseguro con tu cuerpo, no te preocupes" Su cabeza se volvió de nuevo hacia ella "Si tuviera la oportunidad, te follaría toda la puta noche, sin importar tu aspecto" Ella esperaba que sus palabras le reconfortaran de alguna manera
"Pero, ¿cómo puedes estar segura?" Su voz era baja y suave, llena de inseguridad.
"Te prometo, nena, que no importa cómo te veas, serás perfecta bajo mis caricias" Ella lo miró con ojos llenos de confianza
"Y entiendo si no estás lista, estaré aquí cuando lo estés" Ella le dio un beso en la mejilla antes de alejarse de él para sentarse en el sofá
Él también se acercó al sofá. Se tumbó para que su cabeza descansara en su regazo. Suspiró cuando ella empezó a acariciarle el pelo.
Su mano fue a su muslo, y comenzó a acariciarla suavemente "Soy virgen" Ella detuvo sus movimientos en su cabello
"Eso no hace que te quiera menos, si eso es lo que te preocupa" Ella dijo acariciando su pelo de nuevo
"¿Estás seguro?" El se incorporo para sentarse cerca de ella "Quiero decir, tengo 26 años y soy virgen"
"No importa. Ella le acarició la mejilla y le besó los labios.
