Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
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Probablemente todo el mundo tiene una historia loca sobre su 21 cumpleaños, pero yo nunca pensé que tendría una tan loca como esta.
Mi mejor amiga Rachel y yo estábamos tomando unas copas en un bar local cuando vi por primera vez a Lando Norris sentado en una mesa junto a nosotras. Las dos íbamos por la tercera copa, lo que significaba que yo estaba empezando a sentirme un poco achispada. Llevaba un sencillo vestido negro corto y unos tacones negros que ya empezaban a matarme los pies. Al principio no creí que fuera él. Era imposible que Lando Norris estuviera en el mismo bar que nosotros.
"Vale, no seas obvia, pero ¿es Lando Norris el del sombrero naranja que está sentado detrás de ti?". le pregunté a Rachel.
Por supuesto, cuando le dices a alguien que no sea obvio, siempre es extremadamente obvio. Inmediatamente se dio la vuelta y lo miró. Llevaba un abrigo naranja y unos vaqueros y estaba sentado con los brazos cruzados sobre la mesa. Su pelo castaño claro apenas asomaba bajo su gorra naranja de Mclaren F1. Tenía delante una cerveza medio llena y sonrió cuando nos vio a los dos mirándole. Tenía una sonrisa tan agradable y genuina que era contagiosa y me hizo sonrojar un poco después de apartar la mirada. Rachel se giró hacia mí con ojos enormes.
"¡Dios mío, es él! Nunca lo había visto por aquí, me pregunto qué estará haciendo en la ciudad". Rachel sonaba tan curiosa como yo. "Yo tampoco me puedo creer que me haya mirado. Lando Norris es el piloto turbo de mi equipo de fantasía de F1... ¡y está sentado justo detrás de mí!".
Puse los ojos en blanco ante Rachel y me reí. "Sigue siendo sólo una persona Rachel. Sólo un tipo tomando una cerveza". Intentaba hacerme la interesante, pero por dentro me estaba volviendo loca. Nunca esperé ver a Lando Norris en la vida real, y mucho menos en un bar sentado a tres metros de distancia.
No pude evitar volver a mirarle y, al hacerlo, capté al instante su mirada. Ya me había estado mirando. Sonrió y bajó la mirada, así que yo también la aparté.
"¡Dios mío, estás flirteando con él al otro lado de la habitación ahora mismo!". dijo Rachel cuando me pilló sonriendo y sonrojada.
"¡No!", negué y luego añadí "Pero le he pillado mirándome y ha vuelto a sonreír", admití. "¿Crees que deberíamos preguntarle si quiere sentarse con nosotros? No parece que esté con nadie". No iba a dejar pasar la oportunidad de al menos saludarle, quiero decir que era Lando el maldito Norris.
"¡Vaya, te estás volviendo muy valiente con esas copas que te has tomado!". Rachel se burló de mí. "Pero sí, ya que es tu cumpleaños te toca tomar las decisiones esta noche". Rachel cogió su vaso y empezó a caminar hacia él. Yo la seguí rápidamente. No podía creer que fuéramos a acercarnos a él ahora mismo.
"Hola, esta es mi amiga Katie y yo soy Rachel", dijo Rachel mientras extendía la mano para un apretón de manos.
"Yo soy Lando", respondió él mientras nos daba la mano a las dos. Me reí porque obviamente sabíamos quién era.
