Los autos estaban listos para comenzar la carrera. Habían sido cuidadosamente revisados. Los pilotos se encontraban ansiosos pues esa era una carrera importante: se jugaría la final del campeonato mundial. El piloto del auto rojo se llamaba Charles...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaba tendiendo la ropa mojada afuera, dejando que la suave brisa del verano le acariciara el cabello. Ella nunca usó secadora. ¿Por qué comprar una pieza de equipamiento tan cara cuando tienes todo un jardín exterior, con los hilos atados bajo la pérgola, esperando otra cesta de ropa sucia?
Además olía mejor. Odiaba el olor demasiado artificial del suavizante y prefería el sol y el viento en contra. Después de todo, así fue como la criaron.
Sacó otro trozo de la canasta, lo sacudió un poco y sonrió al ver de qué se trataba. Una camiseta pequeña de color verde oscuro, con una imagen de un coche rojo en el pecho. Lo recordó cuando lo vio por primera vez: abrió un paquete de su primo y su esposa, sacó esa camiseta y un gato de peluche con un gran lazo alrededor del cuello, recordó las lágrimas que rodaron por su rostro cuando agradeció a su prima por tan lindo regalo.
Sus ojos eran de color verde oscuro...
Ella hizo callar su mente, no permitiéndose volver a recorrer ese camino. En lugar de eso, simplemente colgó la camiseta en la cuerda, asegurándose de que estuviera recta y que requiriera un planchado mínimo una vez que estuviera seca, cuando una risita interrumpió sus pensamientos.
Demasiado alto para que fuera su padre o su hermano, sonrió suavemente mientras miraba hacia un pequeño arenero bajo un nogal en medio del jardín. Allí estaba sentado un niño pequeño, jugando con una pelota de plástico amarilla. Su cabello oscuro y rizado formaba un pequeño halo alrededor de su cabeza, ya crecía demasiado rápido y era tan rebelde que ella se dio por vencida, siendo sus ojos probablemente lo único que obtuvo de su madre. Por lo demás, era una copia al carbón de su padre. Su padre, que no tenía idea de que tenía un hijo de un año. ¿Quién nunca sabría que tenía un hijo, si ella tuviera algo que decir al respecto?
***
Ella siempre fue una chica promedio de un pequeño pueblo en un país pequeño. No había nada especial en ella. Ella era tranquila, no le gustaba mucho la atención, experimentó acoso durante toda la escuela secundaria y preparatoria... y de repente, estaba en la universidad. Y aprendió a volar. Cómo abrir sus alas y mostrarle a la gente que la rodeaba que ella no era una paloma asustada, sino un hermoso loro, que encontró su propia voz.
Y encontró su voz. Cuando cambió de trabajo por segunda vez en dos años, alegando que uno era demasiado estresante y el otro demasiado aburrido, decidió ser audaz. Jugando la carta de ser franca, logró enviar su currículum a McLaren mientras escribía otro aburrido artículo sobre política local a principios de enero. Principalmente como una broma, un desafío, sin esperar saber de ellos, ese correo electrónico queda enterrado en su casilla de "enviados", sin mucha más atención.
Pero entonces llegó la respuesta. Con solicitud de video entrevista.
Decir que estaba conmocionada sería quedarse corto. Ella estaba. ¿En primer lugar? Ella pensó que era una broma, un spam, un error. Pero no era.
