Capítulo 19: Pecados.

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—¡¿Que mierda es eso Mikan?! —le gritó

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—¡¿Que mierda es eso Mikan?! —le gritó.

—Es un cachorro... —le susurró—. Es mi cachorro... —se corrigió a sí mismo.

—¿Que? —frunció el seño al escucharlo—. ¿Es tu hijo? —le preguntó en un mejor tono—. ¿De que mierda hablas Mikan? ¿Por qué huele a ángel? ¡¿De dónde lo sacaste?!

—Es mi hijo.

—¡Tu no estuviste en época de gestación hace años Mikan!

—No lo dí a luz yo.

—¡¿Entonces de dónde lo sacaste?! ¡¡Dime las cosas de una vez Mikan!!

—Lo dió a luz un ángel... —Gratt se quedó estupefacto al escuchar lo que acababa de decir, sentía su mente cada vez más confusa.

—¿Que mierda me estás diciendo Mikan?

—Suéltalo... —Gratt notaba su miedo, su instinto protector estaba activado, realmente era el hijo de Mikan—. Por favor... —Gratt respiró profundo y Rubí bajó cuidadosamente al cachorro dejándolo de nuevo en los brazos de Mikan.

—Explícame. —exigió.

Ambos se sentaron en la sala de la casa de Gratt, él acomodó en un pequeño sofá al cachorro envolviendolo en una suave cobija para mantenerlo caliente y cómodo.

...

Media hora después Gratt miraba a Mikan completamente atónito con todo lo que acababa de escuchar. Miró al cachorro sin poder creerse que eso había pasado, se levantó de su asiento y fue hacia la cocina a buscar un vaso de agua. Después de calmarse un poco volvió a la sala.

—Vale, es un poco... inesperado lo que me dices... Todavía no me lo creo.

—¿Y ahora que hago Gratt?

—No lo se... Papá no sabe de esto y el olor de ángel está demasiado presente en el cachorro, no se cuánto tiempo dure en quitarse de su cuerpo.

—¿Podrías hacer una casa escondida? —Gratt levantó sus cejas y miró el suelo.

—Podría... Pero el problema es que si papá por el metódico caso llegara a percibir ese olor podría entrar si quisiera. Los árboles le abren cualquier camino. Supe por Rubí que la semana pasada entró a la casa de Gio.

—¿Y no puedes hacer algo?

Gratt comenzó a pensar, a su mente llegaron varias ideas que no sabía si podría poner en práctica pero de solo ver la mirada de Mikan empezó a considerar cada una de esas ideas como posible.

Al final después de pensarlo, a su parecer demasiado, suspiró resignado y asintió levemente.

—Vale, veré que puedo hacer. Déjalo aquí mientras tanto. —se quedó completamente en blanco cuando Mikan se arrodilló frente a él—. ¿Mikan?

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora