Megoro afuera de la cabaña no había dejado de llorar desde el instante en que Goy le dijo lo que tenía planeado hacer, hizo unos caparazones y los llenó de su vitalidad, hizo que a cada caparazón Galek y Kilan le colocarán una gota de sangre haciendo que conectarán con ellos.
Los hizo entrar a cada uno en su respectivo caparazón dejándose ver bastante tranquilo para no preocuparlos, pero la realidad de todo es que no tenía la certeza de nada.
—Esto los protegerá, mientras haya peligro cerca no se abrirán, así que no se asusten si de repente quieren salir y no los deja.
—¿Estarás bien Goy? —le preguntó Kilan colocando su mano en el caparazón, Goy colocó su mano en el mismo lugar desde afuera y sonrió dolorosamente.
—Claro que si pequeño, está será la última vez.
—¿Lo prometes? —dijo está vez Galek. Goy contuvo las lágrimas y respiró profundamente dejando salir una risita nerviosa. No sabía si podría prometer algo así.
—Claro que si. Lo prometo.
Los dejó a ambos juntos encima de su cama y salió de la cabaña para encontrarse con Megoro, este limpiaba sus ojos a cada rato sin dejar de llorar. Goy se colocó frente a él tomando su rostro entre sus manos, Megoro tembló ante ese tacto, más que nada era por su nerviosismo al tener al frente a su dios del bosque mirándolo de manera tan dulce.
—Pase lo que pase hoy, nuestra misión siempre será protegerlos a ellos... Si algo llegará a pasarme debes cuidarlos a ellos, Megoro.
—No muera, mi señor... No soy nada sin usted... —Goy sonrió con a comentario, lo hizo acercarse y Megoro sintió un escalofrío cuando lo abrazó, apoyó su cabeza en su hombro y trató de calmarse.
—No podrá conmigo tan fácilmente.
...
Una hora más tarde se posicionó fuera de su cabaña y abrió el bosque dejando entrar a Dometeo que esperaba pacientemente la hora de la verdad. Goy estaba molesto, tenía varios trucos guardados pero no sabía si podría contra el poder de las dimensiones.
—¿Piensas fastidiarme hasta el final, Goy? —dijo Dometeo sacando su espada.
—Si es lo que debo hacer... —le susurró—... lamentablemente lo haré...
—Muy bien. —apretó las manos en puños y se preparó para su primer ataque.
Goy bastante nervioso repartió su peso en todo su cuerpo para que pudiera recibir sin daño un posible ataque de energía, con una velocidad que le sorprendió Dometeo llegó junto a él, Goy detuvo la espada con su brazo y golpeó su estómago atravesando su cuerpo.
El hermano menor retrocedió y regeneró su estómago. Ese había sido un golpe fuerte, veía como los puños de Goy estaban cubiertos de veneno y energía, pero al parecer solo había reaccionado su energía porque pudo curarse sin problemas.
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El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II
Fantasi"Lentamente... Intensamente..." Todas esas emociones desconocidas llegan juntas de golpe a un mismo cuerpo deteniendolo de cualquier tipo de movimiento... "Sangrientamente... Interminablemente..." ¿De eso se trataba la vida? ¿De forma constante se s...