Capítulo 2: Agobio.

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100 años después

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100 años después...

Gio se movía rápidamente por los pasillos del inmenso palacio yendo hacia la oficina de su padre, su estómago rugía del hambre que tenía en ese momento y su sangre hervía por culpa de su mismo padre que no había dejado que comiera.

Abrió la puerta de la oficina y entró.

—Buenos días padre.

—Gio llegas tarde. —le dijo Gratt. Manly suspiró y lo miró.

—Veintisiete minutos tarde. —dijo, Gio bajó la mirada—. Te llamé para que conocieras a tu guardián.

Gio desvío la mirada hacia un lado viendo a un chico con la cabeza baja y ambas manos delante de su cuerpo.

—Él será tu guardián, hará todo lo que le digas y te protegerá. —su padre suspiró y movió un poco su mano—. Ya sabes cuáles son las funciones que debe hacer un guardián, no debo explicarte.

—Quiero ir al mundo humano.

Esas palabras hicieron que Gratt lo mirara con el seño fruncido, su padre dejó de escribir y levantó la mirada hacia él, lo pensó durante mucho tiempo y soltó una risita.

—No. —dijo seriamente—. Es peligroso y aún eres muy débil.

—¿Cuando podré ir?

—Todo a su tiempo Gio. —le respondió esta vez Gratt y Manly asintió.

Gratt se fue de la habitación, Gio se despidió de su padre y se fue tratando de alcanzar a Gratt, él se mantenía en silencio siendo seguido por Heni, por Gio y su guardián.

Al llegar a la entrada del bosque Gratt suspiró y se volteó para mirar a Gio.

—¿Por qué nos sigues?

—Quiero ir a casa. Dijiste que te avisará y me dejarías ir. —Gratt lo miró y suspiró, levantó su mano hacia su costado derecho abriendo un camino entre los árboles.

—No te salgas de camino. No quiero tener que buscarte si te pierdes de nuevo.

Gio asintió y se fue caminando seguido por su guardián. Al llegar al campo que rodeaba su casa un gran árbol hizo que todo el suelo tuviera un fuerte estruendo al volver a enterrarse en el suelo y el bosque detrás de él se cerró.

Abrió la puerta de la casa y fue a dormirse hasta que anocheciera.

...

Manly al ver ese pequeño lobo moverse encima de la cama solo pudo sentir cierto grado de asco.

—¿Por qué soy recesivo? —le preguntó Mikan directamente a su padre.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora