El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 28: Tranquilidad Intranquila.

Al siguiente día todo se sintió realmente tranquilo en primeras...

En la cabaña central, la de Gratt, se estaba iniciando una buena convivencia entre el príncipe y el nuevo guardián, todo se volvió más llevadero entre ellos a partir del primer día, mucho más cuando el guardián le mostró más a detalle el alcance y la fuerza de su poder dejando a Gratt verdaderamente impresionado.

Todo era bastante extraño, normalmente los guardianes se dejaban llevar por su fuerza y sus poderes era algo que no muchos estaban interesados en desarrollar, pero Main era diferente, él le gustaba su poder y lo disfrutaba, aunque... Ni siquiera tenía que esforzarse ya que su poder era tan fuerte que no lo ameritaba.

Era impresionante.

Realmente era otro tipo de guardián. Miró fijamente a Main sin entender de dónde venía.

Lo que no sabía Gratt era que en cierto modo tenía razón, Main no era de ese lugar, venía de la dimensión catorce, dimensión en la que los guardianes eran los más conocedores de sus poderes especiales que no venían a raíz del veneno solamente entrenamiento a su propio poder interior.

...

En la tercera cabaña, la más alejada, estaban Darling y Mikan pasando un tranquilo tiempo juntos.

Pero Mikan se sentía igualmente vacío, le hubiese gustado que el ángel se hubiera enamorado naturalmente de él, había caído en el miserable escape de haberle hecho un hechizo para que no se fuera, Darling no lo sabía, no tenía idea de eso, pero Mikan había sido rechazado por tanta gente que no quiso dejar que alguien más escapara de él. Pero... Darling se veía a sus ojos genuinamente feliz junto al cachorro y él, había aprendido a amar de forma sincera a su cachorro, pero no a él.

A veces en las noches venía a la cabaña simplemente para verlos dormir, se sentía como un lunático creyendo que ese ángel lo amaba pero vivía engañandose cada día que pasaba.

Pero ahora tenía un hijo y no sabría si podría algún día quererlo lo suficiente. De todas maneras, venía de un ángel.

...

En la segunda cabaña, la de Gio, el guardián Kin acababa de despertar. Se quedó mucho tiempo acostado en la cama solamente mirando al techo, Gio era quien dormía a su lado tranquilamente acostado, con una respiración lenta y calmada, su rostro se veía se veía delicado, su seño fruncido y su cabello bastante desordenado le daba un toque tierno a toda esa grata imagen con la que se estaba deleitando. Se apoyó en su codo y admiró a ese príncipe.

Quería quedarse así durante más tiempo pero se terminó levantando desesperado cuando le llegó el olor a la energía del rey. Saltó de la cama y corrió a vestirse lo más rápido que pudo y se quedó caminando nerviosamente por la cabaña mientras escuchaba como los árboles se movían dejando pasar a Manly, acercándose cada vez más.