El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 65: Corriente.

Gratt en los brazos de Mikan no hacía más que llorar, Chase le tendió un vaso con agua pero Gratt le golpeó la mano alejándolo, no quería nada. Mikan acarició su cabello intentando aguantar sus propias ganas de llorar, por ser hermanos inevitablemente sentía de forma intensa la tristeza de Gratt.

—Cálmate un poco, Gratt...

—¡Él me dejó...! —sollozó—. ¡Él dijo que no iba a dejarme nunca!

Mikan miró sus pensamientos, toda su mente estaba llena en ese instante de momentos lindos que había tenido con Kartny, realmente tenía el corazón destrozado. Mikan lo abrazó con más fuerza escuchándolo llorar. Miró a Chase y él apretó sus labios sin saber que más hacer.

Suspiró y se acercó a ellos.

—Gratt... —tocó su hombro—. Déjalo... —Gratt lo miró y de sus ojos bajaron unas pesadas lágrimas ante sus palabras—. Se que... Será difícil para ti al principio, pero es lo mejor. Gratt... Déjalo libre. Todos sabemos que esto solo fue un arrebato de Goy...

Gratt bajó la mirada y simplemente le hizo caso a Goy que le dió la razón a Chase. Con un dolor que jamás imagino experimentar lo hizo, rompió por completo el lazo, miró a Chase y él le sonrió.

—Solo estabas alejando a tu lazo verdadero. Serás más feliz cuando lo consigas.

—Vale... —susurró Gratt.

...

Al siguiente día...

Mikael espero junto a la cama en donde estaba Luny dormido, un miembro de los Althes estaba del otro lado de la cama curándolo lentamente. Mikael cruzó sus piernas suspirando.

—Estará bien, príncipe. Son heridas leves, con unos días de descanso estará como nuevo.

—Gracias.

—Me retiro. —le hizo una reverencia y salió de la habitación.

Mikael respiró profundamente y tocó la frente de Luny dándole un poco de su energía para curarlo. Él se movió y tomó su mano.

—Todo por el desquiciado de Goy. —unos lentos toques en la puerta lo hicieron sonreír, la puerta se abrió—. Ya ni siquiera se puede hablar libremente...

—Lo siento. Goy se descontroló y no pude proteger a Luny. —Gratt se sentó junto a la cama y suspiró—. ¿Está bien? Se ve muy lastimado.

—Si, solo fueron heridas pequeñas. ¿Y tú cómo estás?

—Estoy bien, se me pasara dentro de un rato.

—Papá no se puso así cuando Darling murió...

—Mikan es más fuerte, le dolió y lloraba en las noches pero supongo que no soy tan fuerte.

—Lo que tenías con Kartny nunca me convenció... —Gratt miró a Luny y le dió su energía curando su vitalidad—. No me imaginé que durarías tanto en esa mentira, por suerte ya lo acabaste.