El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Espíritus: Desconcierto.

Goy adentro del bosque sonrió cuando todo empezó a girar, Katten solo giraba a voluntad de Mikanel. Bajó del árbol cuando escuchó sus pasos llegando hacia él.

—¡Goy!

—Hola pequeñín. —unas ramas lo alzaron y Mikanel empezó a reír, le estaba haciendo cosquillas—. Buenos días.

—Gurui te está buscando, quería que te diera esto. —le entregó un sobre. Goy agarró la carta y la leyó, la última frase hizo que un escalofrío le recorriera la espalda.

«Dometeo quiere tomar el poder. ¿Harás algo?»

—Mierda...

—¡Goy!

—Lo siento pequeño, disculpa mi vocabulario. —se disculpó y suspiró—. Creo que tendremos un problema. —susurró.

...

Gurui y Fony se reunieron en el bosque junto con Goy. La situación había estado muy tensa, Dometeo no les había dirigido la palabra en varios días, no asistía a las reuniones familiares y estaba operando desde las sombras.

—Dometeo está utilizando a Judy y a Polorio, quiere matar a todos, no quiere que quede ningún demonio dominante. Ni demonio ni guardián dominante. Quiere quedarse con el control de todo.

—Gurui... —Goy lo interrumpió.

—No se que más hacer. —lo ignoró—. No deja que le hable, ya ni siquiera me hace caso.

—Gurui... —volvió a llamarlo, él no quería llegar a lo que parecía inevitable—. ¿Que quieres que haga específicamente? —Gurui bajó la mirada y suspiró.

—No me gustaría tener que pedirte esto, pero...

—¿Quieres que lo mate? —volvió a interrumpirlo, Gurui apretó su boca.

—Sería lo necesario, reencarnara hasta dentro de cien años, en ese tiempo podríamos idear un plan para cuando vuelva.

—Vale.

—Goy... —este levantó la mirada cuando escuchó su nombre—. Deja a los niños fuera de esto.

—Lo haré en la medida de lo posible...

—Está siendo manipulados por Dometeo... sin Dometeo estarán bien.

—Si se entrometen los mataré.

Gurui asintió.

...

Goy dejó durmiendo a Galek, Kilan y Mikanel adentro de su casa, ya se había hecho de noche, no sabía si estaba listo para lo que iba a hacer, debía planear una estrategia lo suficientemente cuidadoso para ganarle y matarlo. No quería mucha confrontación, si tenía la oportunidad le volaría la cabeza de un solo corte. Dometeo era fuerte, no se dejaría vencer tan fácilmente.