El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 33: Distracción.

Wiler ya había dejado pasar el tema por varios días, se había dado cuenta como varias veces la energía del rey se dirigía específicamente a él para intentar doblegarlo pero la hacia retroceder. Después de todo había dicho que no quería obligarlo a nada.

Se veía la mayoría del tiempo bastante tranquilo pero sabía que el ciclo siempre era un problema.

Recordaba que la última vez que había tenido un acompañante en su ciclo había sido el momento en el que había creado a Gratt. Desde ese día simplemente lo dejaba pasar siendo el primer demonio en el mundo oscuro que había podido soportar el ciclo.

...

Wiler entró en la oficina de repente cerrando la puerta con algo de violencia mirando fijamente a Manly, él lo miró extrañado.

—¿Que pasa Wiler?

—Nada... —le dijo. Respiró profundo y fue hacia él para besarlo. Manly lo empujó con cierta sorpresa.

—¿Que pasa Wiler?

—No dijo que quería...

—No lo hagas por obligación. —Wiler lo interrumpió colocándole dos dedos sobre sus labios, Manly suspiró, se estaba conteniendo demasiado.

—No lo hago por obligación, señor... Ya lo pensé, quiero hacerlo...

...

Gratt desde su casa percibió la poca energía que su padre había dejado salir de su habitación, estaba algo desconcertado con los últimos eventos. En su pierna había quedado una profunda y gruesa cicatriz del corte que le había hecho las profundidades, era muy extraño, normalmente no le quedaban cicatrices con ninguna herida... ¿Que era lo que había en las profundidades que fuera capaz de dejarle una cicatriz?

—Main.

—Dígame señor.

—Necesito que vayas a las profundidades con Rubí. —Main asintió, Gratt se veía verdaderamente serio—. Hay que aprovechar la pequeña distracción...

—¿Que distracción, señor?

—Mi padre está en su ciclo. Tenemos unos pocos días para hacer algo.

Algunos minutos después Gratt comenzó a prepararlo para mandarlo a las profundidades, Main empezó a sentirse nervioso cuando Gratt hizo que una rama de Rubí lo rodeara con firmeza.

—Hay algo en las profundidades que no me deja tranquilo... —Gratt le hizo beberse unas gotas de su sangre con un poco de poder de Goy—. Si estás en peligro llámame, la rama te traerá de vuelta enseguida.

—Si, señor.

Gratt con un poco de miedo por él lo hizo bajar a Rubí a las profundidades.

...

Main no dejó de llorar desde que el suelo se cerró sobre su cabeza, se aferraba a Rubí mientras descendían a las oscuras profundidades. Limpió su rostro cuando por fin llegaron hasta un punto plano, Rubí reafirmó el agarre en su cintura e hizo crecer otras ramas que rodearon su pecho y su cuello, le dijo que anduviera con cautela de ahora en adelante.