El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 11: Silencio.

Gio se quedó bastante tiempo sentado en el sofá en la habitación de Mikan, lo miraba caminar de un lado a otro mientras anotaba algunas cosas que desconocía, se daba cuenta como daba miradas rápidas a Chase y Grayson, dirigió sus ojos a los dos niños. Gio miró al hijo menor mientras dibujaba en una hoja de un cuaderno, él supo que lo miraba y lo miró.

Ambos se miraron y Gio sintió como Grayson se escurría por toda su mente revisando por completo cada recuerdo. A la cabeza de Grayson llegó un fuerte golpe cuando Mikan le lanzó un libro.

—Grayson, te he dicho que no debes leer la mente de las personas.

—¿Que me hizo?

—Creo que es algún tipo de poder en sus ojos que hace que la persona se quede en un trance. Y él que no quiere hacer caso... —Chase abrazó a Grayson que se escondió dentro de su abrigo—. No sabe controlarlo y ya es difícil controlarlo.

La conversación se vió interrumpida cuando el suelo del palacio se movió significativamente, Mikan salió de la habitación y dedujo que el movimiento salía de la oficina de su padre.

...

Jamás imaginó esas cosas.

Se elevó en el aire con los ojos cerrados dejando llevar su mente a un lugar diferente, respiró profundamente llevando su mente bastante lejos.

—Cielo... —murmuró sintiendo como el suelo temblaba levemente—. Aire...

La habitación de forma muy lenta comenzó a darse la vuelta. Manly relajó su cuerpo y abrió los ojos que ya estaban completamente de color vinotinto. Levantó sus manos y posicionándolas frente a su cuerpo y las juntó.

Ni siquiera sabía si se había concentrado lo suficiente.

—Giro... —pronunció en un hilo de voz dándole a la habitación lo último que necesitaba para saltar de dimensión.

Wiler abrió los ojos cuando sintió que Manly se movía. Manly lo sostuvo del brazo cuando se mareó al intentar caminar.

—Tómalo con calma Wiler... Espera a que tú cuerpo se acostumbre al cambio. —le dijo, Wiler se asustó levemente cuando alguien tocó la puerta de lo que parecía ser una oficina.

—¿Su majestad? —una voz se escuchó del otro lado de la puerta—. ¿Ha llegado?

—Si Flair, dame un minuto.

—Si señor...

Manly hizo sentarse a Wiler en un sofá y se acercó a la ventana para ver cómo estaban las cosas.

—Usted.... ¿Usted es el príncipe de las dimensiones? ¿Cómo es posible?

—Wiler... Hay cosas que no sabes de mi.

—Esto no es posible...

—Hay varias cosas que no tienes que entender...

—¡Todo el reino está esperando al príncipe de las dimensiones en la próxima generación de hijos! Y.... ¡¿Y es usted?! ¡¿Cómo es posible eso?!