Manly suspiró y vió con disgusto a ese pequeño animal encima de la cama, una pequeña liebre era lo que había, frunció el seño apretando su mandíbula.
—¿Que esa cosa? —preguntó—. ¿Por qué no es un lobo? —dijo molesto—. ¿Que clase de animal es este?
—Mis padres son también liebres... —le respondió mirando a su hijo—. Pero son todos dominantes...
—No me haré cargo de esa cosa.
—Pero... Cariño, es un bebé. Apenas nació...
—Es que siempre deben ser unos inútiles... Tú... no pudiste hacer ni una maldita cosa bien... —sacó la espada de su cobertura y se volteó hacia su actual pareja, él lo miró sin entender.
—¿Manly?
—Ruega porque el asqueroso hijo que me acabaste de dar no sea un maldito recesivo, sino morirá también... Cómo los demás...
—¿Que? Manly... —de un rápido movimiento cortó su cabeza.
Toda la cama del cuarto se llenó de sangre que bajaba entre las delgadas sábanas mientras los ruidosos lloriqueos de su hijo recién nacido le comenzaban a molestar.
Manly salió del cuarto volviendo a guardar la espada en la funda y afuera sus dos hijos mayores lo esperaban, suspiró.
—Gratt —su padre se colocó frente a él y le acomodó el mechón de cabello que le había caído en su frente, y le abrochó correctamente la insignia que llevaba en su camisa—, encárgate de él.
—Si padre.
—Mikan vamos, debes seguir estudiando.
Ambos hermanos intercambiaron miradas inquietas antes de separarse.
Gratt entró en el cuarto seguido de varios demonios que venían para limpiar el desastre que su padre había causado, se acercó a la cama y separó a su hermano del cuerpo de su madre que acababa de morir, antes de irse, volvió la mirada a la cama viendo la cabeza separada del cuerpo de Frei, notando como su mirada se había quedado estática, aterrada, era miedo, lo había matado a sangre fría, de nuevo otro más, definitivamente su padre no tenía ni un poco de decencia dentro de él.
Que asco.
—Limpien todo.
—Como ordene, príncipe. —al salir de la habitación su guardián Heni lo siguió.
—Ve a la cocina y busca algo de comida, y también sangre. Debe alimentarse bien.
—Si, señor. —abrió sus alas y se fue.
Había que hacer de cualquier forma posible que su ADN no se modificará y siguiera el camino marcado para convertirse en un dominante completo. Frei y su padre eran demonios dominantes pero habían varios demonios recesivos en la familia de Frei de anteriores generaciones que podían interferir.
ESTÁS LEYENDO
El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II
Fantasia"Lentamente... Intensamente..." Todas esas emociones desconocidas llegan juntas de golpe a un mismo cuerpo deteniendolo de cualquier tipo de movimiento... "Sangrientamente... Interminablemente..." ¿De eso se trataba la vida? ¿De forma constante se s...