Capítulo 27: Destrozo.

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Todo avanzó tan lentamente a partir de ese segundo que todo le resultó desesperante, Gio realmente era delicado, no había dejado de llorar, toda la cabaña comenzó a llenarse de calor que ellos mismos estaban emanando

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Todo avanzó tan lentamente a partir de ese segundo que todo le resultó desesperante, Gio realmente era delicado, no había dejado de llorar, toda la cabaña comenzó a llenarse de calor que ellos mismos estaban emanando. Aunque todo inicio lento y tranquilo, ya pasado un rato todo se volvió bastante agresivo. Las estocadas dentro de su cuerpo no paraban, podía sentir los colmillos de Gio rozar una y otra vez la piel de cuello, quería morderlo pero parecía estarse conteniendo bastante.

Ciertamente que la idea de tener un hijo de Gio no podía ser real nunca, a pesar de que lo quisiera, pero justo ahora...

Tomó el rostro de Gio entre sus manos y quiso besarlo pacientemente pero Gio atacó su boca con desespero, notó en ese momento como estaba babeando y temblando encima de él. Era consciente que por ser él un guardián dominante su energía podía llegar a enloquecerlo, pero jamás pensó que tanto, era normal que durante las épocas de ciclo de Gio mantuviera a raya su energía para hacerlo más llevadero pero se encontraba ahora dejando salir su energía con fuerza haciendo que Gio perdiera la cabeza solamente con él. Empujó su cabeza y lo arrastró hasta su cuello.

—Muerdeme... —apenas pronunció esa sencilla palabra sintió esos colmillos enterrarse en la piel de su cuello.

Ya no había vuelta atrás.

Gio lo miró, ambos ojos estaban morados, esto estaba pasando por completo ahora, no era un solo ojo ahora estaba buscando una unión. Respiró profundamente sabiendo que quizás moriría por esto pero...

Sus ojos también se volvieron morados finalmente aceptandolo. Dejó un delicado beso sobre los labios de su príncipe y sonrió.

—Me llamo Kin.

Gio le sonrió.

...

Main miró al príncipe, dormido plácidamente en su cama, respiraba muy lento y parecía calmado. Se vistió con todo su cuerpo temblando y fue hasta la cocina para buscar algo para beber, su olfato lo dirigió hasta un cajón donde había varios frascos llenos de sangre de ángel, era la sangre que se dirigía a Trost, o al menos a eso olía, le pareció considerable sabiendo que Gratt era un príncipe recibía la mejor sangre.

Agarró uno de los frasco y justo cuando estaba a punto de abrirlo una rama se enrolló en su brazo deteniendolo. Miró hacia arriba y por la ventana vió como el árbol abría su boca.

—Esa es la sangre del príncipe... —le dijo. Main se quedó con la boca abierta mirando como un árbol le estaba hablando—. No puedes tocarla.

—Yo...lo siento... solo quería un poco... —dejó el frasco de nuevo y volvió a cerrar el cajón y salió de la casa para mirar más de cerca el árbol. Era enorme...

—Espera a que el príncipe te diga que puedes comer...

—Vale, lo haré, lo siento...

La rama tomó eso como un arrepentimiento de sus actos y como recompensa le dió en sus manos una manzana. Main le agradeció.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora