El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 52: Responsabilidad Intrusiva.

Gratt mientras caminaba lentamente de regreso al bosque seguía repitiendo ese momento en su mente. Su ropa seguía empapada de su sangre, normalmente sentiría asco de la sangre ajena, pero algo en su interior le impedía limpiarse.

Sin poder contenerse más se dejó caer al suelo llorando de nuevo.

Tanto que lo había cuidado... Tanto que lo había querido... Tanto que lo había protegido y todo eso había valido nada en un segundo.

Miró su mano.

Su protección había estado a pocos segundos de tocarlo y cubrirlo. Había sido demasiado lento, lo había tomado desprevenido y no había llegado a tiempo, había estado tan cerca...

—¡Suéltame Gratt! —le dijo Mikan desde donde estaba. Gratt agarró su cabello negando con la cabeza.

—¡No puedo, no puedo! ¡¿No lo entiendes?! ¡¡No puedo!! —le gritó, ya sentía el rostro completamente húmedo de todas las lágrimas que tenía, odiaba llorar pero justo ahora no podía parar y no quería parar—. ¡¡Está muerto!! ¡¡Gio está muerto!!

—¡¡Gratt!! —el nombrado levantó la mirada al no reconocer por completo esa voz encontrándose con Chase frente a él pero sus ojos estaban negros.

—¿Gurui?

—¿Crees que llorar solucionará algo? —su respiración se cortó al escucharlo decirle eso tan fríamente—. Llorar solo te hace más daño.

—¡¿Y que esperas que haga?! ¡¡Acaban de matar a mi hermano!!

«No le grites. A Gurui no le gusta que se alce la voz», le dijo Goy.

—Lo siento... —dijo limpiando su rostro nerviosamente—. Es solo que... Ya no... Ya no se que hacer... Él era...

—No. —lo interrumpió abruptamente—. Él no era todo lo que tenías. —Gratt lo miró un poco desconcertado—. Son lo único que tienes las personas que trajiste al bosque ahora, no Gio. —Gratt sintió sus párpados temblar—. Gio solo era otra persona más en tu vida. ¿Te vas a desmoronar por una sola perdida?

—¿Y que esperas que haga? —susurró, en su interior sentía que se le estaban terminando las fuerzas para seguir.

—Todo lo que sea posible. Todo lo que este a tu alcance. —levantó la mano hacia él colocando en su mente una imagen—. ¿O esperarás a que ellos mueran también? Porque eso es lo que pasará si sigues llorando.

—Si tanto estás a favor, ¿Por qué Goy no lo mató?

—Nuestra labor es proporcionar poder y mantenernos en silencio. No es nuestra obligación meternos en problemas ajenos.

—Eso es solo una excusa...

—¿Y que es lo que estás haciendo tu ahora? —se inclinó hacia él transfigurando su rostro—. ¿Dejarás que todos mueran... Gratt? Si te detienes ahora la muerte de todos será tu culpa y la muerte de Gio se quedará en tu mente como un accidente... —se dió la vuelta colocando una mano sobre Rubí haciendo que una rama lo envolviera, lo estaba abrazando.