El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 57: Fuga.

Gratt se quedó respirando calmadamente por unos diez segundos, logró juntar sus ojos con Mikan, hasta su padre se había detenido.

—¿Que está pasando? —se preguntó Mikan.

—¡¡Mikan!! —le gritó Gratt—. ¡¡No bajes la guardia!!

—¡Si! —apretó la espada en su mano.

Se espantó cuando todo volvió a la normalidad, Rubí de repente le informó que Mikael estaba en una rama en la entrada del bosque usando su energía. Sonrió y cortó la cabeza de otro demonio.

—Joder Mikael... —había querido dejar a todos fuera de esto pero...

...

Las interrupciones pasaban cada dos o tres minutos. La cantidad de energía que estaba usando de seguro debía cansarlo pero increíblemente seguía con la misma fuerza, justo al pensar eso Rubí puso una imagen de Mikael comiendo naranjas sin parar, las naranjas estaban bañadas con la magia vital de Rubí para que no se desgastará. Era bastante extraño y él que tenía resistencia a las energía poderosas sentía un leve cosquilleo cuando la interrupción llegaba al campo. Cuando todo se detenía lograba ver cómo el cuerpo les temblaba y se retraía con bastante fuerza, sin dudas si fuera un demonio débil le dolería.

Ninguno se daba cuenta de cuando todo se detenía, Mikael bloqueaba el aire, la sangre, la mente y las funciones vitales dejando los cuerpos en un punto muerto por diez segundos. Mikael no estaba experimentado, solo seguía órdenes de Mikanel y Cesil, ellos solo le decían como debía manejarse para potenciar su energía.

Mikanel frunció el seño de repente.

Su energía de detuvo y Mikanel cubrió sus ojos.

—Traspaso... —Mikael cerró los ojos y simplemente se dejó llevar por todo poder, Mikanel había logrado conectar con él y sentía su cuerpo temblar. Abrió los ojos de repente cuando un demonio se le acercó a gran velocidad, Cesil sacó de su cuerpo tomando el cuello del atacante con rudeza enterrando sus uñas en su piel y con una fuerte expansión de energía el cuerpo del demonio se carbonizó. Cesil volvió hacia él y tocó su mejilla sonriéndole.

—¿Estás bien? —Mikael asintió.

Mikanel tomó el control de su cuerpo y miró todo el panorama.

—¿Que tan mal está todo?

—Horrible. Se están matando entre todos.

—¿Tanto quieren matarse?

—No es tan fácil, Cesil. El espíritu de las dimensiones está aquí... puedo sentirlo... Y lo estaba sospechando... Pero las profundidades están muy fuertes, quizás Manly tomó la energía vital de las dimensiones para potenciarse.

—¿Quien es ese?

Vió a Mikanel bajar su mirada con bastante nostalgia y tristeza. Seguía recordando cuando esa cuchilla cortó su garganta la primera vez, aunque su cuerpo se quedó paralizado por el dolor sintió completamente como el filo de esa espada destrozaba su pecho, iba a cortar su cabeza pero...