Capítulo 40: Pensamientos.

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Megoro levantó la mirada cuando una rama de Rubí bajó lentamente con el cuerpo inconsciente de Gratt entregándoselo

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Megoro levantó la mirada cuando una rama de Rubí bajó lentamente con el cuerpo inconsciente de Gratt entregándoselo. Esa situación se repetía todos los días. Él sonrió viéndolo ahora con el rostro bastante tranquilo, debía estar exhausto. Apartó el cabello de su rostro con delicadeza y Gratt respiró profundamente sobre sus brazos estando bastante cómodo.

Viéndolo ahora con más detenimiento...

Sus mejillas se encendieron de un rojo brillante.

Gratt era realmente hermoso...

Le quitó los lentes y lo admiró. Sabía que usaba los lentes por simple gusto pero sin ellos también era perfecto, jamás su señor Goy había tenido un heredero tan perfecto cómo él.

Ahora entendía porque su señor Goy lo había elegido a él para ser merecedor de todo su poder. Ninguno de los antiguos herederos a los que había conocido se le habría pasado por la mente colocarle tanto empeño a su entrenamiento propio.

—Excelente decisión mi señor... —susurró—. Mi señor Gratt es perfecto. —se levantó y fue a llevar a Gratt a su habitación dejándolo dormir sobre su cama.

...

Tres meses después...

Mikan lo descuidó y solo dió por hecho una cosa cuando vió a Gratt después de dos meses...

Ya no era él.

Se veía desgastado y cansado. Había estado sumamente inmerso en su propio trabajo que ni siquiera se dió cuenta de que el tiempo pasaba y pasaba...

Manly notó el cambio en su mirada pero a pesar de ya haberlo visto en sus memorias cuando se lo cruzó ese día no pudo evitar espantarse al ver su estado...

Y Gratt... A él realmente no le importaba, ahora estaba concentrándose en otras cosas como para preocuparse por él.

...

Mikael rió cuando Darling lo hizo flotar con su energía.

—Ya es bastante tarde, ¿no tienes sueño?

—No. —se bajó de la energía cayendo con fuerza al suelo, Darling iba a ayudarlo pero Mikael se levantó y corrió a la entrada, se tardó bastante en percibir a Chase acercándose. Abrió la puerta de la cabaña saltando a los brazos de su hermano mayor quien lo recibió dándole un fuerte abrazo sonriendo.

—¿Cómo estás pequeño? —acarició su cabello, Mikael de alguna manera siempre era su paz, las visitas en las tardes siempre le encantaban. Mikael se acurrucó en sus brazos apoyando su cabeza en su hombro—. ¿Me extrañaste?

El bosque volvió a abrirse y Grayson llegó corriendo hacia ellos tirandose encima de ambos.

...

Una semana después...

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora